Entrevista a Benigno Sánchez, promotor de Sin-CoV2, uno de los proyectos seleccionados por el hackathon de la Comunidad de Madrid ‘Vence al virus’
¿Cómo nace y en qué consiste Sin-CoV2?
Soy el responsable de la unidad FotoAir, un grupo de investigación perteneciente al CIEMAT (Centro De Investigaciones Energéticas Medioambientales Y Tecnológicas) que se dedica específicamente al análisis y tratamiento fotocatalítico de los contaminantes en aire. Aplicamos la relación fotónica, la relación incidente del sol para romper y destruir moléculas orgánicas, y la evolución de los años nos ha llevado a estudiar la eliminación de los contaminantes en el aire dentro de los edificios. En los últimos 15 años veníamos trabajando ya en aire interior y analizando no solamente los compuestos orgánicos volátiles sí no la degradación de bacterias y hongos. Y este proyecto nos ha dado la oportunidad de trabajar en la posible degradación de virus que es algo que no habíamos hecho hasta ahora.
Lo que planteamos es la utilización de la radiación ultravioleta generada por el sol, la ultravioleta A, que es la que nos llega a nosotros o lámparas ultravioleta A también, que activan un foto catalizador y estas lámparas con esa activación es capaz de generar radicales hidroxilo y destruir contaminantes en químicos y biológicos.
La radiación ultravioleta que tiene el sol la ultravioleta A (UVA) que nos llega a nosotros y que hace que nos pongamos todos morenos es menos agresiva, por lo tanto tiene menos capacidad de romper moléculas orgánicas. Nosotros lo que hacemos es asociarlo con un catalizador, desarrollado por nosotros, y utilizando la radiación UVA y el fotocatalizador somos capaces de generar los denominados radicales hidroxilo que tienden a romper moléculas orgánicas. Esperamos que con este proyecto seamos capaces de destruir también la cápside del virus SARS-CoV-2.
¿Por qué decidisteis presentaros al Hackaton ‘Vence al virus’ de la Comunidad de Madrid?
Estábamos en pleno pico de la pandemia, encerrados en casa, sin poder ir al laboratorio y di con un artículo publicado por la revista ‘Science’ el 2 de marzo que plantea lo plausible que es la existencia de volátiles de este virus en concreto, como volátil en el aire. Y empecé a preguntarme cómo podíamos aportar nuestro granito de arena aplicando lo que nosotros sabemos hacer, que es la utilización de la fotocatálisis con una lámpara alternativa o LED para la identificación por un lado del virus, pero del virus infeccioso, no de un trozo cápside del virus, ver que somos capaces o no de retenerlos y destruirlos, y por otro la identificación genética, por secuenciación y por metagenómica de estas bacterias, lo que supone un salto cualitativo con respecto a nosotros veníamos haciendo hasta ahora.
¿En qué punto se encuentra actualmente el proyecto?
A raíz del Hackathon hemos tenido algunos contactos con empresas grandes y muy importantes, pero como esas cosas requieren de tiempo y nosotros no queremos esperar a que pase el temporal, junto con la empresa Aire Limpio decidimos presentarnos a una nueva convocatoria COVID que abrió el CDTI (Centro Para El Desarrollo Tecnológico Industrial De España) y tuvimos la suerte de ser uno de los 9 proyectos elegidos de los más de 500 presentados.
Ahora mismo estamos esperando a que el Centro De Biología Molecular tenga un sistema de generación de aerosoles con los diámetros adecuados que nos permita vehiculizar virus atenuados del SARS-CoV-2 o similar e identificar la eficiencia de estos materiales per se y, una vez que seleccionamos de entre ellos, uno, dos o tres materiales importantes, esos materiales se van a implementar en unos catalizadores específicos que ya tenemos desarrollados en un cuerpo de tratamiento del aire para probarlo en el mundo real. Pero ya tenemos un prototipo diseñado y construido en el CIEMAT, y lo estamos ensayando con aire ambiente con las bacterias que tenemos en el ambiente haciéndolo circular a través de él.
¿Cuáles han sido las principales dificultades con las que os habéis encontrado en estos meses?
La manera de implementar el proyecto es fácil y es uno de los temas que a mí me hizo pensar que lo teníamos en la mano, y es aplicar el sistema de tratamiento foto catalítico en los sistemas de acondicionamiento de aire que nosotros ya tenemos implementados en el interior de todas y cada una prácticamente de nuestros espacios de interior. Es decir, nuestra propuesta es muy simple es acoplar una etapa más, previa a la entrada en el sistema de filtrado, de manera que primero se encuentre con sistema foto catalítico, que tiene la ventaja de romper la cápside vírica para hacer que ese virus no sea infeccioso.
Lo que no es fácil es la coordinación de un proyecto en el que se implican actividades tan diferentes como es el muestreo previo a la caracterización biológica tanto vírica como bacteriana, porque quien se dedica a la identificación genómica bacteriana, fúngica o vírica tiene muy poco que ver inicialmente con lo que hacemos los que trabajamos en foto catálisis.
Háblanos del equipo que está detrás del proyecto.
Actualmente, el núcleo duro del proyecto lo sustenta la empresa Aire Limpio en primer lugar, y después el CIEMAT, el Real Jardín Botánico que se encarga de la evaluación de bacterias y hongos y su identificación, y el Centro De Biología Molecular (CBMSO) que es la piedra que nos faltaba, porque evidentemente nosotros no tenemos laboratorios específicos para trabajar con un virus y mucho menos con este, y es de lo que se está encargando el CBMSO.
¿De qué manera os está ayudando la Fundación para el Conocimiento madri+d?
La Fundación madri+d nos está apoyando mucho. Sentir ese respaldo es el que te anima a seguir adelante e intentar, hasta donde lo permitan los medios, llegar un poco más lejos.
Si no hubiera habido una primera propuesta del Carlos III, un apoyo claro también por parte de la Comunidad De Madrid a través de madri+d y el apoyo final del CDTI no estaríamos aquí.