La nueva empresa producirá ánodos de silicio que tienen mayor capacidad de almacenamiento y son más sostenibles
Investigadores del grupo de Nanocompuestos Multifuncionales del Instituto IMDEA Materiales y el propio centro de investigación han puesto en marcha una empresa, una spin-off, para producir electrodos de silicio destinados a las baterías de los vehículos eléctricos y los dispositivos electrónicos portátiles.
Todo empezó hace más de tres años cuando el grupo de Nanocompuestos Multifuncionales, liderado por Juan José Vilatela, desarrolló un método para producir los electrodos de las baterías que era mucho más sencillo y sostenible que los existentes y permitía hacerlos de silicio en vez de grafito. Esta sustitución es clave ya que el grafito es uno de los minerales que la Unión Europea ha incluido en la lista de materiales críticos a sustituir porque Europa no cuenta con reservas y la mayoría de las que hay en el mundo están controladas por China. El silicio, al contrario, es muy abundante ya que puede extraerse de la arena pero además, con el proceso al que le somete el grupo de IMDEA Materiales puede convertirse en ánodos con diez veces más capacidad que los actuales, usando un proceso de fabricación más barato y mucho más respetuoso con el medioambiente ya que elimina la necesidad de disolventes y procesos altamente contaminantes. Esto se traduciría en reducciones en el coste de las baterías y un aumento aproximado del doble en su capacidad.
Estructura de la red de nanohilos de silicio utilizada por Floatech para la fabricación de ánodos. En la imagen se aprecia la estructura que lo hace flexible y similar a un textil.
Hace un año, Juan José Vilatela presentó los resultados de su investigación a la Comisión Europea y esta vio inmediatamente el potencial del nuevo proceso: “Nos dieron una ayuda ERC PoC Grant que son las que se destinan a la aceleración de la producción industrial de los proyectos más disruptivos y estratégicos. Con esa ayuda formamos un equipo con expertos en negocios y procesos industriales para entender cuáles eran los siguientes pasos. Y, claramente, uno de ellos era crear una empresa que llevara a cabo el escalado de la producción y así poder empezar a mostrarles el producto a potenciales clientes para asegurarnos de que está bien alineado con lo que busca el mercado, especialmente del vehículo eléctrico y de la electrónica portátil”.
Y esa idea es ya una realidad: Floatech, la primera spin-off (que es el término inglés con el que se conoce a las empresas que nacen en una institución dedicada a la investigación) de IMDEA Materiales. “La empresa está constituida por investigadores de IMDEA Materiales y por IMDEA Materiales mismo –explica Juan José Vilatela que es uno de los accionistas-. Estamos contratando a los primeros empleados para ayudarnos a fabricar los primeros productos. Tenemos además asesores externos que son los que nos ayudan a orientar la parte de negocio. De momento es un grupo pequeño pero tiene los ingredientes necesarios para la siguiente etapa en la que aumentaremos la producción y empezaremos a vender producto para llevar a cabo la validación industrial”.
El objetivo de Floatech es convertirse en uno de los principales fabricantes de ánodos de silicio en Europa y aprovechar la red industrial que, en torno al vehículo eléctrico, se está formando en España.
Esquema del proceso de fabricación de ánodos de silicio mediante el ensamblado de nanohilos suspendidos en gas.