Investigadores de la UPV y de la UMA han descubierto una nueva función en una proteína de las plantas, la BAG4, que resulta de especial relevancia para el desarrollo de cultivos más resistentes a condiciones de sequía
En su estudio, en el que ha participado el centro francés BPMP (Biochimie et Physiologie Moléculaire des Plantes) y se ha publicado en la revista Plant Physiology, demuestran que esta proteína participa en la regulación de la transpiración de la planta, el transporte de potasio en células oclusivas y, por tanto, la apertura de los estomas, los poros situados en la hoja y por donde la planta transpira. Los investigadores llevaron a cabo en primer lugar un análisis de proteínas capaces de interaccionar físicamente con el canal que regula la entrada de potasio en las células oclusivas de la planta -llamado KAT1- para posteriormente estudiar cómo esta proteína regulaba la función de KAT1.
La investigadora del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto de la UPV y el CSIC, Antonella Lacascio,ha explicado que el KAT1 es el responsable de la entrada de potasio en las células oclusivas, lo que incide directamente en la apertura de los estomas y en último término de la transpiración de las plantas. Por ello, su objetivo "se centró en conocer cómo se regula el transporte de potasio para, en un futuro, poder mejorarlo".
Para ello, el equipo de la UPV, la Universidad de Málaga y de BPMP buscó proteínas que interactuaran directamente con el canal KAT1, utilizando como planta modelo Arabidopsis thaliana. La investigadora también del IBMCP (UPV-CSIC), Lynne Yenush, ha apuntado que se realizó un estudio bioquímico y genético de la proteína BAG4 para evaluar su interacción y efecto sobre el canal. Y descubrieron que la presencia de esta proteína "mejora significativamente el transporte de potasio, favoreciendo su llegada a la membrana plasmática de las plantas".
Plantas mas resistentes
Según destacan los investigadores, la identificación de reguladores fisiológicamente relevantes, en este caso, la proteína BAG4, abre la puerta a nuevas estrategias para obtener plantas más resistentes a situaciones de estrés hídrico y menos vulnerables frente a la acción de diferentes patógenos.
"Los estomas, además de ser una estructura fundamental para regular la eficiencia en el uso del agua, son también la puerta de entrada de muchos patógenos que afectan a la agricultura. Conocer a nivel molecular cómo se regula el complejo proceso de apertura y cierre de estomas nos puede ayudar a diseñar cultivos resistentes a plagas y a sequías", concluye José Miguel Mulet, investigador también del IBMCP (UPV-CSIC).