Odín susurando a Baldr. / WIKIPEDIA
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La mujer como lideresa militar en la cultura vikinga

Se ha confirmado, mediante análisis genómicos, el sexo femenino de una guerrera vikinga de alto rango que fue sepultada en una de las tumbas más carismáticas de la era de los vikingos, Birka.

La guerra no era por tanto una actividad exclusiva de los varones en su cultura. El nuevo estudio, llevado a cabo por especialistas de las universidades de Estocolmo y Upsala en Suecia, muestra que pudo haber mujeres en el campo de batalla dirigiendo tropas. Tal como recalca Charlotte Hedenstierna-Jonson, del equipo de investigación, la mujer investigada fue real, no una mera valquiria de leyenda.

Esta mujer extraordinaria fue depositada en la citada tumba rodeada de armas, incluyendo una espada y flechas capaces de perforar armaduras, así como dos caballos. Otros de los objetos hallados indican que era una estratega y que pudo dirigir tropas en el campo de batalla. La guerrera fue enterrada en la ciudad vikinga de Birka a mediados del siglo X. Los análisis isotópicos confirman un estilo de vida itinerante, muy a tono con la sociedad marcial que dominaba en el norte de Europa durante los siglos VIII al X.

La mujer como lideresa militar en la cultura vikinga
Ilustración de 1889 Evald Hansen basada en la tumba original excavada por Hjalmar Stolpe

Anna Kjellström, quien participó en el estudio que se ha publicado en American Journal of Physical Anthropology, se había interesado previamente en la tumba y su ocupante. La morfología de algunos rasgos óseos ya sugería que se trataba de una mujer, pero se necesitaba demostrarlo de manera inequívoca.

Y esta es la razón por la que los arqueólogos acudieron a la genética, para obtener una identificación sexual molecular con arreglo a los cromosomas X e Y. Tales análisis pueden ser muy útiles, tal como subraya Maja Krezwinska. Los análisis realizados al ocupante de la tumba han permitido confirmar su género femenino a través de la presencia de cromosomas X y la ausencia de un cromosoma Y.

La primera excavación arqueológica en la tumba se hizo en la década de 1880 y desde entonces su ocupante ha servido como modelo de guerrero vikingo profesional. Simplemente se asumió durante todos estos años que se trataba de un hombre. La utilización de nuevas técnicas analíticas así como la adopción de perspectivas alternativas de interpretación han permitido al fin conocer la verdad.


Referencia bibliográfica:
A female Viking warrior confirmed by genomics Charlotte Hedenstierna-Jonson, Anna Kjellström, Torun Zachrisson, Maja Krzewińska, Verónica Sobrado, Neil Price, Torsten Günther, Mattias Jakobsson, Anders Götherström, Jan Storå. American Journal of Physical Anthropology DOI: 10.1002/ajpa.23308

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