Un yacimiento en Kenia revela los restos de un niño de tres años “recostado delicadamente”. Se trata del entierro humano más antiguo documentado hasta la fecha en África
La investigación, que ha contado con la participación de investigadores españoles, ha sido portada de la edición de esta semana de la revista Nature. Y la gran mayoría de los medios nacionales, como El País, Vozpópuli o ABC, se han hecho eco del hallazgo.
Además, la primera autora del estudio, la gallega María Martinón-Torres, ha escrito un artículo para The Conversation en el que da detalles de la investigación y explica la importancia del descubrimiento. El artículo incluye este bonito párrafo:
“Vivimos con una voluntad terca por domesticar la muerte, por combatirla, por prevenirla, por retrasarla. Y cuando sucede, cuando ya no hay vuelta atrás y la muerte deshabita el cuerpo de un ser amado, entonces, a Homo sapiens aún le queda el orgullo de no agachar la cabeza y decide seguir tratando a los muertos –aunque estén muertos– con la consideración con la que tratamos a los vivos: con delicadeza, con respeto, con compasión. Con esa parte de nuestra vida, la muerte no puede. Y la noción de esa pequeña victoria nos da algo de la paz que la muerte nos arrebata.”
Foto de portada: Jorge González/Elena Santos