Una científica española trabaja para demostrar la inocencia de una mujer condenada por matar a sus hijos
En 2003 una australiana llamada Kathleen Folbigg entró en prisión acusada de haber matado a sus cuatro hijos. Los niños fallecieron cuando todavía eran bebés, todos ellos por muerte súbita o causas igual de difíciles de explicar.
Quince años después, la científica española Carola García Vinuesa se interesó por el caso. Su análisis del ADN de la acusada y sus hijos le hacen sospechar que las muertes se debieron a una malformación genética. Sin embargo, hasta el momento su lucha junto a la defensa de Folbigg ha resultado infructuosa para liberarla. Podéis leer la historia completa en este artículo de El País.
Fotografía:
Universidad Nacional Australiana