La especie Rana sylvatica, comúnmente conocida como rana de madera, es un anfibio que habita en los bosques de América del Norte, famoso por su capacidad para congelarse y descongelarse.
Durante los meses fríos, la rana de madera puede experimentar congelación de sus tejidos y órganos vitales. Para sobrevivir a este proceso, produce una serie de sustancias, como glucosa y glicerol, que actúan como anticongelantes y protegen a las células de posibles daños causados por la formación de cristales de hielo.
Mientras está congelada, la rana entra en un estado de animación suspendida, reduciendo su ritmo metabólico y sus funciones corporales. Durante este tiempo, su corazón puede detenerse y su respiración llega a cesar casi por completo. A medida que las temperaturas aumentan, la rana puede descongelarse y retomar sus actividades normales, incluso reanudar su ciclo reproductivo.
Aquí tenéis uno de los estudios donde comprueban que las funciones biológicas de la rana de madera se recuperan con el descongelamiento.
Foto de portada: Peter Paplanus