Polillas y algas viven entre los pelos de algunos osos perezosos. Las tres especies forman un curioso triángulo de ayuda mutua
Hasta hace unos años los científicos no entendían un extraño comportamiento de los osos perezosos de tres dedos. Por alguna razón, cada semana los animales abandonan la seguridad de las ramas de los árboles y descienden al suelo para hacer caca. Este peligroso hábito le expone a depredadores y consume gran parte de su energía. Pero en 2014, un grupo de investigadores propuso una explicación para este arriesgado comportamiento.
Entre los pelos de estos perezosos viven una especie de alga llamada Trichophilus welckeri. El alga se transfiere de madres a hijos y confiere al pelaje un tono verduzco, ideal para camuflarse entre las hojas. Pero además, los perezosos también pueden usar el alga de su piel como fuente de alimento.
Sin embargo, para que el alga pueda crecer, necesita nitrógeno. Es ahí donde entran en juego las polillas de la especie Cryptoses, que también viven cómodamente en la piel de los perezosos. Cuando el animal baja a defecar, las polillas dejan sus huevos en los excrementos, que son ricos en nitrógeno. Y son las crías de las polillas, las que al nacer y volar de nuevo hacia la piel de los perezosos, llevan consigo pegados restos de excremento que tienen el nitrógeno que las algas necesitan.