Una serie de experimentos aberrantes ayudó a sentar las bases de la ciencia del trasplante de órganos
El científico ruso Vladimir Petrovich Demikhov fue uno de los primeros en estudiar el trasplante de órganos en animales. Entre los años 30 y 60 del siglo pasado llevó a cabo una serie de experimentos pioneros en el campo, siendo la primera persona en realizar con éxito trasplantes de corazón y pulmones en animales.
Sus experimentos más famosos (y también los más criticados) fueron los que realizó en la década de los 50, y que consistían en unir la parte superior de un perro al cuerpo de otro perro. A pesar del rechazo inicial de gran parte de la comunidad científica, algunos médicos quedaron fascinados con aquellas intervenciones. Uno de ellos fue el cirujano sudafricano Christiaan Barnard, que visitó el laboratorio de Demikhov en varias ocasiones, y que años más tarde se convirtiría en la primera persona en llevar a cabo con éxito un trasplante de corazón en humanos. En 1997, Barnard escribió sobre Demikhov: “Siempre he sostenido que si hay un padre del trasplante de corazón y pulmón, Demikhov ciertamente merece este título.”