Algunos filósofos y científicos argumentan que todas nuestras acciones son consecuencia del pasado y causa del futuro. De ser así, conceptos como la moralidad, la culpa o el mérito dejarían de tener sentido
Esta lectura en The Guardian es una auténtica montaña rusa emocional. Si las elecciones humanas no son realmente libres, ¿cómo podemos juzgarlas? ¿Un asesino que sufre un trastorno mental es menos culpable que una persona a la que la cadena inexorable de acontecimientos de la existencia le lleva a matar a otra?
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo en que seamos ciegos instrumentos del destino. Muchos pensadores encuentran formas de conciliar causalidad con libre albedrío, o al menos con un cierto espejismo de libertad. Un debate interesante y existencial para discurrir durante el fin de semana.