Aunque estemos en el siglo 21, muchas prácticas científicas siguen arrastrando malos hábitos que perjudican a los países del Sur Global en beneficio de los del Norte
¿Por qué llamamos “Neotrópicos” a las tierras de América del Sur que llevan pobladas más de 10.000 años? ¿Por qué hay tantas especies de animales y plantas en África, Sudamérica y Asia cuyo nombre científico es un homenaje a un científico europeo? Estos son solo dos ejemplos ilustrativos, pero hay muchos más.
Y no se trata solamente de un problema semántico. Como escriben los autores de este artículo publicado recientemente en Nature Ecology & Evolution:
“Un abordaje que continúa interpretando el mundo desde la visión de científicos formados en Occidente limita nuestra capacidad para enfrentar crisis ambientales porque no reconoce la diversidad de personas, sistemas de conocimiento y soluciones”.
Un artículo que partiendo de la ecología invita a pensar más allá de ella.
Foto de portada: Bruna Ferrara/Flickr