Los grandes hitos tecnológicos de nuestra época se los debemos a investigadores que simplemente buscaban saber más, argumenta Pere Condom-Vilà
En este texto publicado en su blog, este experto en innovación y transferencia de tecnología recupera las ideas del educador norteamericano Abraham Flexner, que defendía la “utilidad del conocimiento inútil”. La historia de la ciencia está repleta de ejemplos donde inventores inteligentes aprovecharon que existía suficiente conocimiento “inútil” para crear novedades revolucionarias:
“Alguien encuentra un poco aquí, otro poco allá. Un tercer paso tiene éxito más tarde y así sucesivamente hasta que un genio junta los pedazos y hace la contribución decisiva. La ciencia, como el Misisipí, comienza en un pequeño riachuelo en el bosque lejano.”