Un estudio español con un pequeño organismo marino arroja luz sobre los procesos que determinan la evolución de los seres vivos
El organismo se llama Oikopleura dioica y pertenece al grupo de los tunicados, un tipo de animales marinos invertebrados pero, en términos evolutivos, relativamente cercanos a los vertebrados.
En el estudio, un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona muestra que el ancestro del Oikopleura perdió casi de golpe muchos de los genes necesarios para formar un corazón sofisticado como el de los vertebrados. Sin embargo esa pérdida le habría permitido pasar de ser un ser sedentario y sin capacidad de movimiento, a convertirse en un animal de vida libre. Los investigadores describen este proceso como una “deconstrucción” de la red de genes que regula la formación del corazón.
El trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature, donde le han dedicado la portada de la edición de esta semana. Podéis leer más en El País y en Agencia SINC.
Foto de portada: Proyecto Agua