Gracias a la visión ultravioleta, los renos son capaces de identificar a gran distancia a sus depredadores
En los libros de biología se dice que los animales carnívoros y sus presas están en una constante “carrera armamentística evolutiva”. Ambos deben cambiar continuamente sus formas y estrategias para salir victoriosos de su eterna batalla.
Es lo que ocurre con el lobo polar y los renos. A lo largo de su evolución, el pelaje del lobo se ha hecho blanco, lo que le permite camuflarse bien con el paisaje nevado en el que vive. Sin embargo, el reno ha desarrollado una estrategia evolutiva sorprendente para ganarle la partida al lobo. Sus ojos son capaces de ver la luz ultravioleta, una parte de la luz solar que es invisible para los humanos. La nieve refleja la luz ultravioleta del sol, pero el pelaje de los lobos no. Eso hace que, a pesar de su color blanco, los renos sean capaces de distinguir muy claramente a los lobos de la nieve, advirtiendo su presencia incluso desde grandes distancias. Lo cuentan muy bien en este vídeo de BBC Earth:
Foto de portada: frostnip907