Huesos atravesados de ciervos de hace 120.000 años demuestran la inteligente estrategia de caza de esta especie humana.
Cuánto se nos parecían y qué lejos ha quedado la idea de que eran unos seres brutos e incapaces. De los neandertales sabemos ya lo suficiente como para considerarlos una especie humana de capacidades cognitivas similares a las nuestras, para algunos "indistinguibles". Cocinaban, se adornaban, enterraban a sus muertos e incluso pudieron ser los primeros artistas de la humanidad. Además, hallazgos anteriores de lanzas de madera de 300.000 y 400.000 años de antigüedad en Gran Bretaña y Alemania han demostrado que nuestros primos cercanos utilizaban estas herramientas para cazar. Lo que hasta ahora se desconocía era cómo las empleaban. ¿Qué estrategia utilizaban: las arrojaban desde lejos sobre sus presas o las clavaban en su piel a corta distancia? ¿Cazaban en solitario o eran capaces de organizarse en grupos?
Unos huesos de ciervos de hace 120.000 años pueden tener la clave para aclarar el enigma. Hallados en el yacimiento de Neumark-Nord, en la costa de Alemania, muestran, por primer vez, las marcas dejadas por las lanzas en los animales. El equipo del Centro de Investigación Arqueológica y museo de evolución cultural de Monrepos en Neuwied ha estudiado las señales de las lesiones. Una está localizada en la pelvis y la otra en la vértebra cervical de los venados. Gracias a la inusual conservación de las perforaciones y al uso de imágenes microscópicas y pruebas balísticas, los científicos, como si fueran policías forenses, pudieron analizar y replicar cómo fueron provocadas y cuáles fueron los ángulos de impacto.
Hasta ahora, se creía que los neandertales cazaban con estrategias cercanas, basadas en las limitaciones de sus armas y en su fisiología, incluida su incapacidad para lanzar. Los autores sugieren que las lesiones de Neumark-Nord respaldan esa idea, al menos en parte, ya que los venados fueron cazados a orillas de un lago al clavarles lanzas afiladas de madera de corto alcance, tal vez como parte de tácticas cooperativas de emboscada.
EN PAISAJES BOSCOSOS
Como explica Annemieke Mills, del University College de Londres, en un artículo que acompaña al estudio en la revista Nature Ecology & Evolution, el hecho de que estos ciervos fueran cazados con esta técnica no excluye la posibilidad de que los neandertales también utilizaran lanzas de largo alcance en otros lugares, ya que la capacidad de lanzar se desarrolló en los homínidos hace 2 millones de años, mucho antes de que los neandertales evolucionaran. Además, otros grupos de cazadores-recolectores más modernos utilizan ambas técnicas indistintamente, lo que significa que el uso de una u otra no es excluyente.
Lo que sí demuestra con claridad este hallazgo es que estos homínidos podían cazar en paisajes cerrados y boscosos, lo que da entender que empleaban estrategias complejas de caza y un comportamiento cooperativo, otra muestra de su sofisticada inteligencia.