El bloqueo de la vía de señalización celular JAK2-STAT3 frena el crecimiento de las células madre cancerosas promovido por la ingesta de grasas.
En 2015 se diagnosticaron en nuestro país 41.441 nuevos casos de cáncer colorrectal, el tipo de tumor más frecuente sumando ambos sexos y segundo en mortalidad -solo en 2014 causó el deceso de 15.449 españoles- tras el cáncer de pulmón. Un tumor que, como han mostrado distintos estudios, se encuentra directamente asociado a la alimentación. O más exactamente, a una mala alimentación. No en vano, se estima que hasta un 80% de los casos de cáncer colorrectal están asociados al consumo de dietas ricas en grasas y en carnes rojas y procesadas y pobres en fibras y vegetales. Y ahora, y por primera vez, investigadores de la Clínica Cleveland en Cleveland (EE.UU.) han descubierto el porqué de esta relación entre la alimentación poco saludable y la aparición y progresión de los tumores colorrectales, abriendo una nueva vía para el desarrollo de tratamientos más eficaces frente a esta devastadora enfermedad.
Como explica Matthew Kalady, director de esta investigación publicada en la revista Stem Cell Reports, "ya conocemos la influencia de la dieta sobre el cáncer colorrectal. Sin embargo, nuestros hallazgos son los primeros en mostrar la conexión existente entre la ingesta elevada de grasas y el cáncer colorrectal a través de una vía molecular específica. Ahora, y gracias a este conocimiento, podremos desarrollar nuevos tratamientos para bloquear esta vía y, así, reducir el impacto negativo de las dietas ricas en grasas sobre el riesgo de cáncer colorrectal".
ALIMENTACIÓN POCO SALUDABLE
Para llevar a cabo el estudio, los autores utilizaron un modelo animal -ratones- al que provocaron un cáncer colorrectal y alimentaron con una típica 'dieta occidental', es decir, baja en carbohidratos complejos y fibra y rica en grasas y azúcares simples. Y lo que vieron es que la ingesta elevada de grasas promovió el crecimiento de las células madre cancerosas, esto es, un subtipo de células malignas muy agresivas y resistentes a los tratamientos que se encuentran directamente implicadas en la expansión -o 'metástasis'- del tumor y su reaparición -o 'recurrencia'- una vez curado.
El siguiente paso fue analizar la vía por la que las dietas ricas en grasas promueven el crecimiento los tumores colorrectales. Y de acuerdo con los resultados, la vía de señalización celular responsable de todo este proceso es la denominada 'JAK2-STAT3', bien conocida por su implicación en diversos tipos de cáncer. Entonces, ¿qué pasaría si se bloquea esta vía de señalización? Pues que como muestra el estudio, el 'pico' de crecimiento de células madre cancerosas provocado por las dietas ricas en grasas se reduce de forma muy significativa.
Finalmente, los autores recurrieron a las muestras de cáncer colorrectal primario y metastásico recogidas en el Atlas del Genoma del Cáncer y comprobaron que los resultados alcanzados en su modelo animal también son aplicables a los seres humanos.
Como indica Justin D. Lathia, co-autor de la investigación, "nuestros resultados ofrecen una nueva vía en la que las células madre cancerígenas están reguladas y proporcionan una visión de cómo las influencias ambientales, caso la dieta, pueden alterar las poblaciones de células madre cancerosas en los tumores avanzados".
DETENER EL DAÑO
El cáncer no es una única enfermedad, sino el término que se utiliza para definir a un conjunto de procesos muy diversos caracterizados por un crecimiento de células malignas. Unos procesos que, como sucede en la gran mayoría de enfermedades, son el resultado de una combinación de distintos factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Y en el caso del cáncer colorrectal, parece que hay un factor ambiental común a la gran mayoría de casos: la mala alimentación. La buena noticia es que, según las evidencias de este estudio, ya sabemos cómo evitar que colabore en el crecimiento tumoral.
Como concluye Matthew Kalady, "nuestro trabajo ofrece una visión más profusa de cómo la vía JAK2-STAT3 está asociada al cáncer relacionado con la dieta. La identificación del mecanismo exacto puede ayudar a los científicos a desarrollar tratamientos para contrarrestar los efectos negativos de la dieta occidental sobre el cáncer colorrectal".