REFLEXIONES EN TORNO A LA IMPLICACIÓN ENTRE CIENCIA, TECNOLOGÍA Y ÉTICA<br>
Reseña realizada por Juan Masiá Clavel<br>
Universidad Sto.Tomás (Osaka, Japón)
"Biotecnética" es el neologismo que sirve de hilo conductor a estas páginas y resume la propuesta del autor ante la necesidad de acentuar la dimensión técnica de la ciencia. La acumulación sorprendente de innovaciones biotecnológicas, a las que hay que llamar avances hasta discernir si deben calificarse como progresos o retrocesos, requiere urgentemente la deliberación ética. No por parte de unos pocos especialistas del pensamiento, sino por la sociedad entera, comenzando desde dentro del mismo campo de las biotecnologías.
El autor, que ya nos venía ofreciendo desde hace tiempo sus reflexiones en torno al triángulo de la implicación mutua de ciencia, tecnología y ética, expone con visión de conjunto en esta obra su propuesta de una estrategia predictiva y preventiva, desde una perspectiva histórica (en la primera parte, sobre los modelos de razón científica y ética de la medicina mecanicista ilustrada), biomédica (en la segunda parte, sobre la problemática bioética de las recientes investigaciones biotecnológicas) y jurídica (en la tercera parte, sobre la ética de la responsabilidad, el derecho a la confidencialidad y a la calidad de la salud), a las que se añade una cuarta mirada preferencial sobre los personas más vulnerables (en la cuarta parte, sobre la defensa de derechos de pacientes en situaciones de debilidad, dependencia y ancianidad). Si en la primera parte el autor dirige la mirada al pasado para aprender del tránsito desde el transformismo natural a la transformación biotecnológica, en la segunda la mira se pone en el futuro, para repensar y rehacer la ética prospectivamente.
Dentro de esta segunda parte de la obra: Avances biotecnológicos y problemas bioéticos, merecen destacarse su segundo capítulo sobre "Deliberaciones biotecnéticas: Clonación de células humanas y desclonación de mentalidades", y el tercero, sobre "Predicción y privacidad de los datos genéticos". Ambos capítulos ayudan especialmente a captar en sus aplicaciones concretas la propuesta del autor de un paradigma "biotecnético" con el que poder adelantarse, mediante la deliberación predictiva y preventiva, para afrontar las patologías sociales a que se llegaría tarde con solo una terapia de diagnóstico y tratamiento.
También conviene resaltar el capítulo quinto de esta segunda parte, en el que se aborda el problema de la praxis ética y la proposición de cuidados integrales y servicios de bioética en un mundo biotecnocrático y utilitarista. Después de cuatro décadas de bioética insistiendo en las repercusiones de la biotecnología en la sociedad, parece que aún no estamos vacunados contra "la tentación biotecnocrática globalizadora". Sin embargo, cada vez es más evidente que los problemas de la ética de la vida son cuestiones sociales que no pueden confrontarse exclusivamente con códigos de moralidad profesional individual. Ante la escalada del poder biotecnocrático, se hace necesaria "una reflexión y una deliberación de modo interdisciplinar, de tal manera que la ética pueda ser plural, crítica y defienda los derechos de los pacientes en todas sus dimensiones".
El autor sabe situarse -y está bien cualificado y capacitado para hacerlo- en la encrucijada de filosofía, historia, medicina y derecho, En pleno atasco, en ese difícil cruce de caminos, se arriesga a poner orden en el tráfico para que la ética salga del apuro. Pero es bien consciente de que la velocidad de los descubrimientos y sus aplicaciones amenaza con colocarnos en atolladeros sin salida, a los que llegue tarde la reflexión de la sociedad. Por eso no basta el paradigma de pensamiento con que se acometieron los retos biotecnológicos en los comienzos de la Bioética y en las reflexiones de los años siguientes cuando prevalecía la Gen-Ética. Se presenta un nuevo paradigma "que está cambiando los esquemas morales, mentales y legales de la sociedad de nuestros días": la Biotecnética. La aplicación de las altas tecnologías informatizadas a la materia viva "produce un valor añadido al producto procesado, operación que, en consecuencia, también llega a modificar en alto grado el modo de vivir, de pensar, de comportarse y a ejercer el nuevo derecho a la salud".
Para afrontar estos cambios y retos, el autor pone en práctica y recomienda la deliberación, en la línea metodológica y hermenéutica de diálogo social que viene proponiendo en nuestro país Diego Gracia, de quien son estas palabras en el prólogo: "Tan importante o más que generar nuevos y más poderosos instrumentos técnicos, es determinar al servicio de a qué fines se destinan... No puede haber ciencia ni técnica sin ética, todo procedimiento técnico debe ser analizado desde la perspectiva de los fines a que se destina o debe destinarse. Ése es el objetivo de la ética. No hacerlo así es, simplemente, suicida, sobre todo hoy, cuando nuestro poder técnico es tal que tiene la posibilidad de cambiar sustancialmente los equilibrios de la vida sobre el planeta".