La agencia estatal de investigación

La Agencia Estatal de Investigación

Algunas reflexiones
Fundación para el Conocimiento madri+d

 (publicación en formato pdf 710 Kb)

 
Monográfico Año Internacional de la Química

Año Internacional de la Química

Oficina de Información Científica, madri+d
Recopilación de entrevistas y artículos de opinión publicados en madri+d con motivo de la conmemoración del Año Internacional de la Química.

 (publicación en formato pdf 1,03 Mb)

 
IMDEA Una nueva forma de hacer ciencia

IMDEA, una nueva forma de hacer ciencia en la Comunidad de Madrid


Oficina de Información Científica, madri+d

Entrevistas a los directores de los Institutos Madrileños de Estudios Avanzados de la Comunidad de Madrid

 (publicación en formato pdf 2,13 Mb)

 
mi+d + de 10 años con la ciencia y la tecnología

mi+d + de 10 años con la ciencia y la tecnología

Fundación madri+d para el Conocimiento

El Sistema madri+d se crea como una red de trabajo y colaboración entre todas las instituciones públicas y privadas que participan en el sistema regional de ciencia, tecnología e innovación. El objetivo de madri+d ha sido hacer de la ciencia y la tecnología un elemento clave del bienestar y la sostenibilidad de la Comunidad de Madrid. Este libro recoge las actividades e iniciativas desarrolladas por el Sistema madri+d a lo largo de sus + de 10 años de historia.

 (publicación en formato pdf 4.397 kb)

 
Edición especial

14 miradas sobre Albert Einstein

Oficina de Información Científica, madri+d

El Sistema madri+d se suma a los actos del Año Mundial de la Física 2005 dedicando íntegramente su boletín de noticias a la figura de Albert Einstein.

 (publicación en formato pdf 1227 kb)

 
Edición especial

Museos y colecciones histórico-científicas de las universidades madrileñas. El patrimonio de Minerva.

Antonio González Bueno, Alfredo Baratas Díaz. 328 pp. Madrid, 2007.

Las universidades públicas madrileñas han recopilado a lo largo de siglos un patrimonio científico y tecnológico de notable relevancia. Se trata de un legado cultural que, en la mayor parte de los casos, permanece oculto. La guía tiene como objetivo invitar a conocer este patrimonio universitario madrileño; cada una de las 54 colecciones es reseñada a través de una pequeña descripción y enmarcada en un itinerario, que las engloba en razón de su localización y coherencia temática. La guía incluye un directorio de colecciones en el que se especifica la ubicación, datos de la persona de contacto, condiciones de visita y perfil del usuario.

 (publicación en formato pdf 16.6 Mb)

 
Edición especial

Guía del Madrid científico. Ciencia y Corte

Antonio Lafuente.240 pp. Madrid, 1998. (en coedición con Doce Calles y el CSIC)

La historia de la región madrileña vista desde su pasado científico y técnico. Desde su constitución en el siglo XVI como sede permanente de la Corte y capital, por tanto, de los territorios que componían el Imperio, la región de Madrid aglutinó las más importantes instituciones científicas y técnicas de tal forma que esta actividad puede considerarse una de sus señas propias de identidad. Esta guía es un viaje intelectual por las instituciones que han conformado el pasado de la región hasta el siglo XVIII: el palacio de El Escorial, la universidad de Alcalá de Henares, el palacio y los jardines de Aranjuez como exponentes del complejo modelo del conocimiento renacentista, la Academia de Matemáticas y el Colegio Imperial de la época barroca y el largo proceso de institucionalización de la ciencia en el siglo XVIII con las Academias, el Real Jardín Botánico, el Hospital General, el Real Observatorio Astronómico y otras instituciones de la Ilustración. El libro cuenta, además, con un excepcional material gráfico de carácter histórico y actual.

 

Madrid, Ciencia y Corte

Antonio Lafuente y Javier Moscoso (coedición con CSIC). Madrid, 1999.

Catálogo de la exposición "Madrid, Ciencia y Corte" (Real Jardín Botánico de Madrid, mayo-junio, 1999).

La designación de Madrid como sede de la corte involucró una secuencia imponente de decisiones: la primera, dotarla con escenarios apropiados a la dignidad de sus ocupantes y, en seguida, crear los mecanismos para decidir sobre todos los ámbitos de gobierno de la Monarquía, desde los relativos al control del territorio y sus pobladores, hasta los relacionados con las infraestructuras palaciegas, el aprovechamiento de los recursos naturales, la política fiscal y militar o la publicación de textos que impusieran un canon estético, jurídico o teológico. En pocas palabras, bastaron unas décadas para que la corte fuese transitada por un tropel de técnicos y científicos al servicio de la corona.