El conocimiento de la anatomía, junto con el de la perspectiva, han sido materias obligadas en la formación académica de los artistas. El estudio de la morfología, de las articulaciones y de la estructura interna del organismo son elementos clave para lograr una cabal interpretación del cuerpo humano y obtener su representación gráfica.
Estudio de músculos de espalda y brazos, por Jacinto del Caso Gilaberte (izquierda). Desnudo femenino de espaldas mostrando la columna vertebral, por S. Pascual Tejerina (derecha).
La colección de dibujos conservada en la Facultad de Bellas Artes cuenta entre sus fondos con algunas anatomías realizadas por los alumnos como ejercicios prácticos. Estos dibujos hacen énfasis en la musculatura y estructura ósea del organismo; en suma, aquellos elementos que conforman la anatomía externa del individuo. El trabajo del artista consiste en interpretar el soporte funcional del organismo, en hacerlo evidente bajo la superficie de la piel. No se trata de presentar ‘fotográficamente’ la realidad corporal, sino de ‘idealizar’ el cuerpo humano, correlacionando sus estructuras internas y su aspecto externo.
Arquero de rodillas, por Gloria Merino (1960-1961) (izquierda).Estudio de músculos de hombre agachado, por Ángel Estrada (1960-1961) (derecha).
Esta colección de dibujos anatómicos se estructura en dos grandes series: la más antigua, procede de los trabajos realizados por los alumnos de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando durante la segunda mitad del siglo XVIII; la más reciente corresponde a ejercicios prácticos de la asignatura de Anatomía, realizados -en gran parte- en la antigua Escuela Superior de Bellas Artes, antecesoras ambas de la actual Facultad complutense.
Los primeros dibujos forman parte del legado de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, constituido por 296 imágenes, de un formato medio de 0’6 por 0’4 metros, realizados con lápiz carbón, grafito y sanguina. Esta serie se conserva en la Biblioteca de la Facultad. Estos dibujos son trabajos de alumnos, realizados tanto del natural como copiando a partir de otros dibujos; en algunos casos, su confección responde a la tipología de dibujo preparatorio para plancha de grabado, en las que las gradaciones o sombras se producen por entrecruzado de los trazos. Al tratarse de materiales de carácter didáctico son muy frecuentes las reiteraciones de los motivos representados o las distintas vistas de una misma porción anatómica.
Estudio de pies, por José Galeote (1770) (izquierda). Estudio de manos, por Vicente Biexo (1770) (derecha).
La segunda serie incluye parte de los trabajos realizados por alumnos desde finales del siglo XIX y el siglo XX. Buen número de ellos fueron confeccionados bajo la dirección de Antonio Fernández Curro, catedrático de la asignatura de Anatomía en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid, quién unía a su formación como médico -adquirida en el Colegio de San Carlos- los estudios de Bellas Artes. Fernández Curro pertenece a una tradición de dibujo anatómico en la que también se incluye José Parada y Santín (1857-1923) –con quién Fernández Curro mantuvo una estrecha relación académica-. Parada fue autor de una Anatomía pictórica. Ensayo de una antropología artística (1894) y de una amplia obra en que el binomio naturaleza y arte cobra un especial relieve. Esta segunda serie está depositada en el Gabinete de Dibujo adscrito al Departamento de Dibujo I de la Facultad de Bellas Artes.
Estudio de músculos del torso, por José Enrique Paredes Jardiel (1949-1950) (izquierda). Estudio de músculos de tronco masculino, de autor anónimo (derecha).
Un inventario de las colecciones artísticas de la Facultad de Bellas Artes, entre las que se incluyen los dibujos reseñados, ha sido realizado por Julia Irigoyen de la Rasilla y Elena Muñoz Carpintero, y publicado por el Consejo Social de la Universidad Complutense de Madrid, con el título: Patrimonio artístico de la Facultad de Bellas Artes (Madrid, 2002). Los dibujos que constituyen el fondo histórico del siglo XVIII disponen de un catálogo propio: Los dibujos de la Academia, editado por la Editorial de la Universidad Complutense en 1990, que incluye una completa reproducción fotográfica de este fondo, realizada por Juan José Gómez Molina.