• Sistema límbico

    Es viejo, es blando,
    no se comprende,
    no sabe lo que significa limbus,
    lo que es un sistema.

    Entre las cavidades y el cuerpo calloso
    un limbo, diminuto.
    Hipocampo, cíngulo, amigdaloide:
    que no puede acordarse
    de sí misma.

    Incontrolable
    controla
    el miedo, el placer, el crimen y el vicio.

    Sus lazos y fibras,
    un árbol de cables
    en lo hondo del cerebro
    intra y extramural.

    Corrientes ocultas, incendios sin llamas,
    cortocircuitos.
    Pequeños defectos
    que escalan rápidos.

    Un impulso en el mando
    y

  • Progreso tecnológico

    Les digo a mis hijos, tienen que aprender
    A insinuarse al mundo
    Tienen que saber trabajar
    Sobre y acerca de él.

    La molecularidad del ser, tienen que conocer
    Cómo empujar con cuidado
    Puñados de si mismos, en los píxeles,
    Campos de energía, curvas gaussianas, el salto.

    Funciones de la vida,
    tienen que entender sin lugar a dudas
    El tonto baile de los neutrones y electrones
    y aprender a navegar

    Avances en nuevos materiales: láseres azules
    Ondas bifásicas, de estado sólido, de forma de épsilon
    Computación cuántica, fabricación a escala nano

  • Meditación clínica

    En la escalera automática, en la playa, en el espejo de afeitar:
    por todas partes minusválidos, pacientes, necesitados de
    asistencia,
    pero nadie es enfermizo o imbécil. Murieron
    los achacosos. Ya no se habla
    de ahoguíos, emplastos del corazón, ni vapores.
    ¿Dónde quedó la gangrena,
    el sudor inglés y la grapa?
    Tampoco las plagas duran eternamente.
    Palabras de horror desaparecidas: matalobos,
    intertrigo y garrotillo.

  • Elementos de filosofía

    El camino que baja
    y el camino que sube
    son uno y el mismo
    dice Heráclito

    Pero el hombre que sube
    por esa escalera
    y el hombre que baja
    con la mirada perdida
    no son uno y el mismo

    Los caminos de la vida
    y los caminos de la metafísica
    no siempre conducen
    a la misma parte

  • Número imaginario

    Lector que estás leyéndome en algún interino
    declive de la noche, ¿qué sabes tú de mí?
    ¿En qué despeñadero de qué historia
    podemos encontramos?

                        Quienquiera que tú seas
    te exhorto a que me oigas, a que acudas
    hasta estos rudimentos del recuerdo
    donde me he convocado a duras penas
    para poder al fin reconocerme.
    Ven tú también si me oyes hasta aquí.

  • La botánica

    Paracelso llevaba una flor en cada mano:
    una, amarga y concreta, le enseñó
    la mezcla de lo exacto que embellece
    la ciencia en los manuales.
    Improbable, la otra
    le tentaba la sien más distraída
    dibujándole pozos sin final
    allí donde las brújulas se pierden.
    Su sabor, imagino, era más dulce.
    Botánica secreta,
    igual que a Paracelso
    permíteme espiarte las raíces,
    que tu tallo al hervir se transparente
    aunque sea un instante y luego sigas
    creciendo por la tierra alborotada,
    impregnando la atmósf

  • Epílogo [darwin]

    Pero queda todavía una chance:
    que se acabe este funesto big bang,
    que el universo empiece a contraerse
    y a enfriarse, camino del gran crunch:
    acabarían entonces los adioses,
    los alejamientos, las separaciones:
    se invertiría la flecha del tiempo,
    moriríamos antes de nacer,
    la gigantesca nuez del coco
    iría a parar a la basura
    aún antes de que partiéramos el dicho
    coco, o más bien, uniéramos sus partes:
    primero el vagabundeo de Ulises,
    después la guerra de Troya, y recién
    a lo último, el juicio de Paris: le saca
    a Helena la manzana, piensa qué hacer,<

  • Homenaje a raimundo lulio

    Cualquier estupidez sostenida concuerda.
    Cualquier sistema es bello; cualquier belleza, cierta.
    Cualquier orden provoca disparates y estrellas;
    cualquier rueda, si rueda, se destruye a sí misma.

    Quizá Raimundo Lulio con su Ars Magna de niño
    y las combinaciones de sus falsos prodigios,
    lograba, y era ciencia, cierto misterio vivo,
    y quizá en lo tonto de su juego, estallidos.

  • Gamma-2

    Cuanto más sabemos y más ancho vemos, más
    comprendemos que dependemos de cosas minúsculas.
    ¿Cuántos ángeles pueden posarse simultáneamente en la
    punta de una aguja?, preguntaba un Magíster de la
    Universidad de la Sorbona, allá por el siglo XIII.

    ¿Y por qué tan neutral, tan seguro de sí mismo
    Don Neutrón?
    Uno anda dando vueltas con sus eléctricas cargas
    y él, estable, ni se entera
    de que uno, aunque chiquito, podría como una broma
    armarle la de no-Dios,
    la desintegración.
    Basta un salto, quanto o tanto,
    ¡y se acabó, señorón!

  • La gracia de tu rama verdecida

    Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
    te erguiste en desnudez y desaliento,
    sobre una gran alfombra de hojarasca
    que removía indiferente el viento...

    Hoy he visto en tus ramas la primera
    hoja verde, mojada de rocío,
    como un regalo de la primavera,
    buen árbol del estío.

    Y en esa verde punta
    que está brotando en ti de no sé dónde,
    hay algo que en silencio me pregunta
    o silenciosamente me responde.