• El péndulo de foucault

    Filtrar eternidades, numeroso y efímero,
    deberme al artificio de un taller. Adentrarme
    por la arteria del tiempo sin tener más visado
    que un letrero heptasílabo. Centinela del verde
    de la luz, escanciar sus raudales sin pausa.
    Transpirar lejanías arraigado en un cerco.
    Oscilar libremente en todas direcciones.

  • La bomba atómica I

    e=mc2
    Einstein

    Diosa, visión de los cielos que me domina
    ¡...tú que eres mujer y nada más!

  • Cosmología aplicada

    En cada nuevo ser
    hay un nuevo big-bang,
    un mínimo universo
    que se extiende y desborda
    buscando sus fronteras
    más allá de sí mismo.
    En cada nuevo ser
    -un futuro distinto
    de luz y de tinieblas-
    vuelve a crearse el mundo.
    ¿Podría yo nacer
    en medio de mi vida,
    recrear el instante
    germinal y expansivo
    que aún ignora sus límites?
    ¿ y cuál será el destino
    que aguarda a ese hombre nuevo?
    ¿Qué estrellas brillarán
    en su máximo cielo?
    y en la noche del alma,
    ser de todo criatura,
    ¿de qué materia oscura

  • Fuego eterno

    A Heráclito de Ëfeso

    ¿Será verdad que un fuego primitivo
    llevamos dentro?
    ¿Qué esto que por los aires,
    luz sideral latiendo, contemplamos,
    anima nuestro cuerpo como parte
    de un rutilar inmenso que nos tiembla
    bajo de nuestra piel?
    Eso que llaman luz, esa armonía,
    eso que tan ajeno nos parece,
    campo en que respiramos,
    ¿será esta misma llama irreductible
    de nuestra intimidad?
    ¿No seremos acaso lo que somos
    o nos parece ser sino las chispas
    de esas frondas oscuras, palpitantes,
    en cuyo anhelo todo se resume

  • Teoría de la luz

    La paradoja de nuestro pensamiento   consiste en que -al igual que la luz  exhibe una doble naturaleza:     Por un lado, es como un tren de ondas   y, por el otro, como un río de partículas.     Así, nuestro pensamiento contiene en sí mismo  dos posibilidades paradójicas infinitas:     Crecer hasta ocupar todo el espacio   y llegar -como las ondas de un estanque-   a cubrir la inmensidad de la mente;     O reducirse hasta ocupar el espacio mínimo  como un arduo foco reconcentrado  en su naturaleza particular.
    
    
    
    
    
    

  • Del rigor de la ciencia

    ...En aquel imperio, el Arte de la Cartografía logró tal
    Perfección que el mapa de una sola Provincia ocu-
    paba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una
    Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados
    no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levanta-
    ron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del
    Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos
    Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones
    Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era
    Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las

  • La bomba atómica II

    La bomba atómica es triste,  cosa más triste no hay.  Cuando cae, cae sin voluntad,  va cayendo despacio,  tan despacio va cayendo  que da tiempo a un pajarito  a posarse en ella y volar.  ¡Cuitada bomba atómica  que no gusta de matar!  ¡Cuitada bomba atómica  que no gusta de matar!  Mas que al matar mata todo  animal  o vegetal,  que mata la vida de la tierra  y mata la vida del aire.  Pero que también mata a la guerra.  ¡Bomba atómica que aterra!  ¡Bomba atónita de la paz!
    
    
    
    
    
    

  • Europa, querida, europa (Poemas y Cartas a mi AmanteLoca Joven Poeta Psicoanalista)

    ¿No te gustaría conocer Europa?
    Una vez más escucho tangos
    y estrello vieja ciudad contra mis ojos.

    Aferrado a las ambiguas leyes del pasado.
    recuerdo:
           un patio
           unas glicinas
           un empedrado chueco
           una estrellita de cartón
           entre las cometas.

    Lo recuerdo todo,
    el cielo, la troya, rabiosa rayuela
    y tus pasos de cisne y tú franca,

  • Coordenadas de tu amor

    Todas las secuencias
    han llegado a su conclusión
    Los ZOMBIES

    El amor es la exacta coincidencia
    de coordenadas. Bajo la apariencia
    de un caos se mueven dentro las estrictas
    servidumbres de las líneas. Pongamos
    como ejemplo nuestro encuentro primero.
    Era el tiempo y era el lugar preciso.
    Estábamos cerca el uno del otro
    sin saberlo. Era el eje horizontal.
    También estaba la luz en su grado
    perfecto. Era Dios en su vertical.
    No he dejado de preguntarme a solas,
    en la inclinada curva de los días

  • Paralela al espejo

    Paralela al espejo   avanzo   en los puntos   y en las líneas   que me trazan     las cóncavas manos   donde   me hago elipse     en la risa horizontal   mi rostro   vertical en el   llanto