Un exoesqueleto para niños con atrofia muscular espinal, microbaterías celulares o bacterias para el sector agroalimentario son algunos de los desarrollos presentados.
Que Europa conozca algunos de los mejores desarrollos gestados en instituciones españolas es el principal objetivo del primer encuentro Spain: Science & Innovation. A success story in EU Science and Innovation Programmes (España, ciencia e innovación. Una historia de éxito en los programas de ciencia e innovación europeos), una jornada que se ha celebrado este martes 2 de octubre en la sede de la Delegación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ante la Unión Europea y la Oficina Española de Ciencia y Tecnología en Bruselas.
Cerca de un centenar de representantes de instituciones europeas, así como otros interlocutores europeos y de fuera de la UE, han tenido la oportunidad de conocer de primera mano, no sólo los últimos avances en campos como la robótica, la biotecnología y la energía, sino también la estrategia nacional de la UE y las acciones de difusión y promoción de los programas marco de investigación europeos.
El encuentro ha contado, entre otros, con las intervenciones de la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, la secretaria de Estado de Universidades, Investigación e Innovación, Ángeles Heras, y el director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Javier Ponce.
"Este encuentro tiene como objetivo mostrar las acciones de promoción realizadas para aumentar la participación española en el Programa Marco de I+i y los consecuentes éxitos logrados gracias a la financiación europea, presentar algunos de los mejores proyectos y empresas creadas. En definitiva, se trata de presentar en esta casa de la ciencia española en Bruselas la mejor investigación e innovación que se hace en España", explica el delegado del CSIC en Bruselas Jorge Velasco.
CINCO CASOS DE ÉXITO
Cinco investigadores españoles de diferentes ámbitos, que tienen en común haber transferido con éxito a la industria sus trabajos llevados a cabo dentro del Programa Marco de Investigación y Desarrollo de la Unión Europea, han mostrado sus desarrollos y han detallado cómo lograron convertir sus ideas en herramientas útiles para la sociedad en este encuentro organizado por el CSIC y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
La investigadora del CSIC Elena García Armada diseñó, en el marco del proyecto europeo EXOTrainer, el primer exoesqueleto infantil para niños con atrofia muscular espinal, una enfermedad degenerativa sin cura. Esta ingeniera industrial en el Centro de Automática y Robótica del CSIC creó hace cinco años la start up Marsi Bionics. Sus exoesqueletos se acoplan a las piernas y al tronco de los pacientes que no pueden caminar y les aportan diversos beneficios, como la movilidad, lo que se traduce en una mejora del sistema motriz, además de paliar otros síntomas. El equipo de García Armada también ha desarrollado otro robot para adultos que han sufrido un ictus o con esclerosis múltiple.
Rikardo Bueno es el director de Desarrollo de Negocio Internacional de Tecnalia, líder en ensayos, evaluación y certificación de productos.
Su compañía desarrolla nuevos procesos de fabricación, conceptos de máquinas y prototipa nuevos desarrollos. El fin último es ofrecer soluciones a la industria de máquinas y herramientas.
Jesús García Merino fue uno de los fundadores de Aeorum, una empresa de base tecnológica nacida en el seno de la Universidad de Málaga.
Su propuesta consiste en aportar herramientas de vigilancia preventiva con el fin de mejorar la gestión de la seguridad y evitar situaciones de emergencia.
Neus Sabaté, Profesora ICREA en el Instituto de Microelectrónica de Barcelona, lleva desde 2006 centrada en el desarrollo de microbaterías celulares. Sabaté es la impulsora de Fuelium, que ofrece pilas de papel ecológicas y biodegradables capaces de alimentar dispositivos de un solo uso (como los de diagnóstico portátil) y ser desechadas sin necesidad de reciclaje. Las baterías Fuelium proporcionan una alternativa limpia y eficiente para satisfacer la gran demanda de fuentes de energía en dispositivos portátiles.
Daniel Ramón Vidal, que fue investigador del CSIC y la Universidad de Valencia, fue el impulsor de Biópolis, una empresa centrada en la investigación, desarrollo y producción para los sectores agroalimentario, farmacéutico, químico y energético. La compañía, que nació en 2003 como spin-off del CSIC, oferta sus servicios tanto a industrias del sector agroalimentario, farmacéutico, químico, energético y medioambiental, como a centros de investigación públicos.