
El cráneo humano cambió con la alimentación rica en productos lácteos
Los numerosos humanos que antaño vivían de la caza y de la recolección de alimentos silvestres, y los poquísimos que hoy en día aún lo hacen, tienen que esforzarse más a la hora de masticar que las personas que viven de la ganadería y la agricultura, los cuales comen alimentos más blandos.
Aunque estudios previos han relacionado la forma del cráneo con la agricultura y los alimentos más blandos, ha sido difícil determinar la extensión y la consistencia de estos cambios a una escala global.
El equipo de David Katz, Tim Weaver y Mark Grote, de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos, utilizó una colección de 559 cráneos y 534 mandíbulas inferiores procedentes de más de dos docenas de poblaciones preindustriales de todas partes del mundo para modelar la influencia de la dieta en la forma, aspecto y tamaño del cráneo humano durante la transición a la agricultura.
Los autores del estudio hallaron cambios modestos pero medibles en la morfología del cráneo para grupos que consumían cereales, productos lácteos o las dos cosas a un tiempo.
Los cambios más grandes en la morfología craneal se observaron en grupos que consumían productos lácteos, lo que sugiere que el efecto de la agricultura y la ganadería en dicha morfología fue mayor en poblaciones que consumían queso como parte significativa de su dieta.
Añadir nuevo comentario