En este artículo publicado recientemente en The Guardian se nos cuenta la angustiante historia de Yonas, un joven eritreo que, atrapado en una espiral de deuda y desesperación por ayudar a su familia, decide vender un riñón en el mercado negro. Tras varios intentos fallidos de cruzar a Europa y enfrentarse a detenciones en Libia, donde experimenta condiciones inhumanas, Yonas es abordado por un corredor de órganos que le promete una suma considerable por su riñón.
El tráfico de órganos es una práctica ilegal que, aunque está prohibida en la mayoría de los países, continúa en auge. Muchos de los "donantes" provienen de comunidades vulnerables y, a menudo, son engañados o no reciben el pago prometido. Un mundo controlado por organizaciones criminales y que necesita la colaboración de médicos.
A medida que la guerra en Sudán provoca un aumento del desplazamiento y la pobreza, la desesperación lleva a más personas a considerar la venta de órganos como una forma de sobrevivir. La historia de Yonas ilustra las graves injusticias y las circunstancias a las que se enfrentan aquellos que se ven obligados a recurrir a medidas extremas para salvar a sus seres queridos.