Las nanopartículas desarrolladas por científicos del CSIC son capaces de señalar en imagen diagnóstica la presencia de microcalcificación en las arterias asociadas a esa patología
Un nuevo método basado en nanopartículas, desarrollado por científicos españoles, logra detectar la aterosclerosis en ratones de 16 semanas de edad, lo que supone un diagnóstico precoz y no invasivo, según un estudio publicado en ACS Applied Materials and Interfaces.
Las nanopartículas desarrolladas por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) son capaces de señalar en imagen diagnóstica la presencia de microcalcificación en las arterias asociadas a esa patología.
El trabajo también implica la posibilidad de hacer un seguimiento de esas microcalcificacones y de su evolución, según indica el CSIC.
La aterosclerosis es una enfermedad cardiovascular crónica y silenciosa caracterizada por el deterioro de las arterias, dentro de las que se acumulan placas que están formadas por grasas, colesterol y calcio, entre otras sustancias.
Aunque cerca del 80 % de las patologías cardiovasculares están relacionadas con la aterosclerosis, esta suele detectarse cuando ya se ha visto dañado algún órgano, por lo que el diagnóstico temprano y no invasivo es clave para reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares.
Las nanopartículas desarrolladas por el equipo están formadas por un núcleo de óxido de hierro muy pequeño dopado con un isótopo de galio (Ga-68) y recubiertas por una capa muy gruesa de moléculas de citrato, lo que hace que sean hidrófilas y, por tanto, ideales para su uso en biomedicina.
Usando dos técnicas de imagen, la tomografía por emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética (MRI), los investigadores han podido detectar la presencia de aterosclerosis en ratones muy jóvenes, cuando la placa es incipiente, señala Fernando Herranz, investigador del Instituto de Química Médica (IQM-CSIC).
Los científicos han comprobado que la acumulación de placa es máxima en los ratones más jóvenes, cuando las calcificaciones son más pequeñas, momento de mayor interés para el diagnóstico.
Cuando se observan ratones mayores, la señal es menor debido al cambio de las microcalcificaciones.
De esta manera han conseguido no solo "un diagnóstico precoz y no invasivo, sino también una caracterización de cómo está la placa de aterosclerosis en ese momento", aclara el investigador.
Las implicaciones de estos resultados tocan el campo de la imagen médica, pero también el de las enfermedades cardiovasculares.
Conseguir en el futuro aplicar esta tecnología en humanos "supondría un cambio muy importante", indica Herranz.
Además, las aplicaciones de las nanopartículas en el diagnóstico por imagen, desde el cáncer hasta enfermedades cardiovasculares o infecciosas, "serían numerosas".