Unos astrofísicos consideran que alrededor del 40% de la materia ordinaria que compone las estrellas, planetas y galaxias permanece sin ser detectada, oculta en forma de gas caliente en la compleja red cósmica. Científicos del Instituto de Astrofísica Espacial (CNRS/Université Paris-Saclay) podrían haber detectado, por primera vez, esta materia oculta a través de un innovador análisis estadístico de datos de hace 20 años. Sus hallazgos se publicaron en la revista Astronomy & Astrophysics.
Las galaxias están distribuidas por todo el Universo en forma de una compleja red de nodos conectados por filamentos, que a su vez están separados por vacíos. Esto se conoce como red cósmica. Se cree que los filamentos contienen casi toda la materia ordinaria (llamada bariónica) del Universo en forma de un gas difuso y caliente. Sin embargo, la señal emitida por este gas difuso es tan débil que en realidad entre el 40 y el 50% de los bariones (partículas como los protones y los neutrones) no son detectados.
Estos son los bariones desaparecidos, ocultos en la estructura filamentosa de la red cósmica, que Nabila Aghanim, del Institut d'Astrophysique Spatiale (CNRS/Université Paris-Saclay) y Hideki Tanimura, investigador postdoctoral, junto con sus colegas, están tratando de detectar. En un nuevo estudio, financiado por el proyecto ByoPiC de ERC, presentan un análisis estadístico que revela, por primera vez, la emisión de rayos X de los bariones calientes en los filamentos. Esta detección se basa en una señal de rayos X “apilada”, en base a los datos del estudio ROSAT, de aproximadamente 15.000 filamentos cósmicos a gran escala identificados en el estudio galáctico SDSS. El equipo utilizó la correlación espacial entre la posición de los filamentos y la emisión de rayos X asociada para proporcionar evidencia de la presencia de gas caliente en la red cósmica, y por primera vez medir su temperatura.
Estos resultados confirman los análisis anteriores del mismo equipo de investigación, basados en la detección indirecta de gas caliente en la red cósmica a través de su efecto en el fondo cósmico de microondas. Esto prepara el camino para estudios más detallados, utilizando datos de mejor calidad, para probar la evolución del gas en la estructura filamentosa de la red cósmica.
