La tercera expedición científica al pecio Nuestra Señora de Las Mercedes ha finalizado con un gran éxito al recuperar dos culebrinas (cañones) del siglo XVI, de 4 metros de longitud y más de 2 toneladas de peso cada una, a una profundidad de 1.137 metros.
La expedición, organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Armada española, ha permitido recuperar también otras piezas de excepcional interés documental, como un grifo en bronce, una plancha de cobre perforada a modo de respiradero y tres roldanas de bronce con restos de madera por analizar.
Ya han empezado los trabajos de limpieza, desalinización, conservación y estudios de los restos recuperados. Está previsto que todas las piezas, junto con las extraídas en las expediciones realizadas en 2015 y 2016 al yacimiento del pecio de Las Mercedes, sean incorporadas en un plazo aproximado de 2 años a la exposición permanente del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) en Cartagena.
Toda la operación de extracción de las piezas se ha realizado siguiendo el criterio de su singularidad, así como de la información que puedan aportar sobre la vida a bordo de la fragata. En el caso de las dos culebrinas aparecen expresamente citadas en el manifiesto del cargo de la fragata Mercedes en el Archivo General de Indias (Sevilla).
La campaña arqueológica ha cumplido a su vez el objetivo de ampliar el conocimiento del pecio, principalmente del estado de conservación de los materiales y su evolución; registrar la dispersión de los restos de la fragata, continuar el posicionamiento de todos los restos arqueológicos y avanzar en la interpretación y análisis del barco.
Para la recuperación de las culebrinas y las demás piezas, se ha utilizado el vehículo submarino no tripulado ROV LIROPUS, del Instituto Español de Oceanografía, instalado en el Buque de investigación oceanográfico Sarmiento de Gamboa gestionado por el CSIC a través de la Unidad de Tecnología Marina (UTM). Además del gran peso de las culebrinas de bronce, de aproximadamente 2 toneladas cada una, el otro gran reto al que se han enfrentado ha sido las dimensiones de los cañones.
SANTA BÁRBARA Y SANTA RUFINA, DOS CULEBRINAS SINGULARES
De las dos voluminosas culebrinas renacentistas recuperadas se conoce la siguiente información:
- Santa Bárbara. Data de 1586. Realizada en bronce, mide 4,30 metros y pesa casi tres toneladas: unos 2.800 kg. Fue encargada en 1586 por Fernando de Torres y Portugal, conde de Villar Don Pardo y virrey del Perú. Se trata de una pieza excepcional que presenta numerosos campos decorativos en relieve formados por cenefas mitológicas dedicadas a la Abundancia, cuartel con el encargo del conde del Villar, escudo de Castilla y León, el nombre del cañón: Santa Bárbara, y el nombre del artesano que lo fundió: Bernardino de Tejeda. Tiene dos asas de delfines que se repiten en la culata del cañón.
- Santa Rufina. Data de 1601. Realizada en bronce, mide 3,80 metros y pesa algo más de 2 toneladas aproximadamente. Fue encargada por Luis de Velasco y Castilla, virrey de Nueva España (México) y del Perú. Presenta varios campos decorativos en relieve, cuartel con el blasón familiar de Luis de Velasco, escudo de Castilla y León, y el nombre del cañón: Santa Rufina, y el nombre del mismo fundidor: Bernardino de Tejeda.