José Manuel Bautista. Catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la <a href="https://www.ucm.es/" title="Universidad Complutense de Madrid" alt="Universidad Complutense de Madrid" target="_blank">Universidad Complutense de Madrid</a> (UCM).
¿Qué le parece la iniciativa de la Noche Europea de los Investigadores? ¿Cómo valora que su objetivo fundamental sea acercar la figura del investigador a los ciudadanos y fomentar las vocaciones científicas y el espíritu emprendedor entre los jóvenes?
Con la celebración de la Noche Europea de los Investigadores se demuestra que hay una proximidad real entre la ciencia y la ciudadanía y que los investigadores están en el mismo entorno de los ciudadanos de Madrid y que incluso viven en el mismo barrio. De esta forma se facilita el contacto entre ambos y que de forma directa e inmediata los investigadores sean interlocutores del público interesado para responder a sus inquietudes. Además, para los más jóvenes, esta proximidad convierte en posible su vocación investigadora si así fuese. No hay nada mejor como realizar juntos las actividades programadas para familiarizarse con el trabajo del investigador al servicio de la sociedad.
¿En qué consiste la actividad que organiza y cuál es el objetivo principal de la actividad?
La actividad que organizamos consiste en una conferencia sobre las nuevas tecnologías de modificación genética y un taller para la obtención de ADN propio por los mismos participantes. Con ello pretendemos explicar en qué consisten los avances para poder realizar cambios genéticos y a qué retos nos enfrentamos, desde los éticos a los más técnicos. Además, se pretende abordar cuáles son las ventajas que existen con la nueva tecnología para cambiar genes y qué beneficios se esperan obtener en un futuro. También queremos quitar el miedo a lo desconocido, dar información fiable y garantizar el buen uso de esta nueva tecnología que incluye combatir enfermedades difíciles, así como ayudar a la sostenibilidad del planeta.
¿A qué tipo de público se dirige?
La conferencia se dirige a todos los públicos mayores de 12 años, pero en el taller se pone énfasis para que participen jóvenes de entre 13 y 18 años, aunque pueden participar todo tipo de personas.
¿Por qué decidió lanzarse y participar en la Noche?
Llevamos años participando en este evento y siempre hemos tenido la oportunidad de conectar de forma muy directa con el público que asiste, lo que también se convierte para mí en una actividad enriquecedora. De hecho, yo mismo aprendo de primera mano el tipo de interés que despierta en los ciudadanos las actividades científicas que les llevamos y eso me estimula a presentar las novedades científicas que salen de los laboratorios en un modo que pueda ser comprensible. A mí particularmente también me ayuda enormemente a conectarme con la sociedad que nos apoya. Me honra participar.
¿Cuál cree que es la opinión de los ciudadanos acerca de los científicos?
Pues a ciencia cierta, no lo sé, pues desconozco las encuestas que pueda haber sobre ello. Sin embargo, creo que en general los ciudadanos nos incluyen entre las profesiones que tienen un grado de repercusión social y al mismo tiempo desconocen de primera mano qué tipo de trabajo hacemos, pues en muchos casos es abstracto o difícil de comprender. La Noche Europea de los Investigadores nos ayuda a allanar en qué consiste la investigación y qué hacemos cuando nos ponemos la bata en el laboratorio.
¿Cómo nació su vocación científica? ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico?
Creo que fue la curiosidad que se despierta en la juventud por conocer cómo funciona la naturaleza a nuestro alrededor. Los largos veranos desde niño rodeado de naturaleza en una casa de campo de mis abuelos y las lecturas en la adolescencia de algunas biografías de científicos e inventores y sobre zoología me acercaron a la posibilidad de dedicarme a la investigación. Lo decidí cuando en el segundo año de la Universidad se me dio la oportunidad de empezar a hacer experimentos en un laboratorio. Me pareció fascinante y estoy muy agradecido.
¿Qué les diría a los jóvenes para animarles a seguir una carrera científica?
Que se pregunten si son ellos mismos quienes quieren poder dar respuesta a las cuestiones que sean desconocidas para ellos. Si la respuesta es positiva entonces deben intentar estudiar y seguir por ese camino. Investigar es eso, preguntarse cuestiones difíciles, estudiar y diseñar experimentos para responder a esas preguntas. La carrera científica es exigente, pero a la vez muy satisfactoria. También deben saber que deben ser pacientes. Se tarda en encontrar la respuesta a las preguntas complejas, pero si son pacientes podrán ser buenos científicos.
¿Se ha beneficiado de ayudas europeas en su carrera científica? ¿Cree que Europa apoya suficientemente la investigación?
Si, efectivamente he sido respaldado por ayudas europeas, incluso desde los comienzos de mi carrera científica. Fui becario de una organización europea de biología molecular para hacer el postdoctorado en Londres (EMBO) y luego a mi vuelta a España con solamente 33 años recibí un proyecto de la Comisión Europea como coordinador que me permitió iniciar mi carrera en España. Posteriormente he sido coordinador o Investigador principal de otros 4 proyectos europeos. Es por ello que creo que Europa respalda la investigación, pero sin embargo creo que en este momento Europa debería poner más creatividad para expandir su apoyo a sectores más amplios de los investigadores con proyectos más asequibles y con menos burocracia y menos dificultades administrativas, que en muchos casos dificultan la elaboración de propuestas novedosas.
