Entrevista a Ángeles Cano. Directora de I+D+i & Calidad de Mantequerías Arias-Bongrain España
1. Mantequerías Arias ha sido y es pionera en muchos ámbitos. ¿Cuál es el secreto para que tenga ya más de un siglo y medio de vida?
Mantequerías Arias es la empresa del sector más antigua de España, nada menos que 165 años de andadura avalan una confianza constante del consumidor.
Fuimos pioneros en poner fechas de caducidad a nuestros productos, en recomendar el transporte y el almacenaje en frío, en analizar y elegir las materias primas, en innovar y adaptarnos a los tiempos, a los nuevos mercados, a las nuevas situaciones sociales y culturales y, sobre todo, a la demanda de nuestros consumidores, con productos siempre de máxima calidad.
Hoy en día sigue siendo perfectamente válido el slogan Arias, la calidad de siempre.
2. ¿Qué objetivos tiene su empresa en el ámbito de la investigación?
Nuestros objetivos pasan por continuar siendo un referente de la buena alimentación y la nutrición en este país.
Básicamente, nuestras actividades de investigación se pueden dividir en dos categorías. En primer lugar, estamos constantemente trabajando en la mejora de las tecnologías existentes y los productos. Además, estamos continuamente abriendo nuevos caminos como pioneros con nuestros proyectos de investigación.
Para ello investigamos tecnologías que se utilizan en un ámbito mundial, principalmente tecnologías alternativas a los tratamientos térmicos convencionales que actúen sin apenas modificar el valor nutricional de los alimentos.
También trabajamos en soluciones tecnológicas que permitan fabricar alimentos clean label (bioconservadores, biofilms, fermentos, etc.), tanto en España como dentro del Grupo Bongrain, al que Arias pertenece.
En el entorno nacional centramos nuestra investigación en la búsqueda de soluciones tecnológicas ad hoc, en función de las características de nuestras líneas de producción, ideando prototipos de maquinarias o tecnologías.
Cuidamos y escuchamos continuamente al consumidor para saber cuáles son las necesidades que tienen cubiertas y las que no lo están. Basándonos en ellos planificamos qué nuevo mercado, producto o servicio vamos a lanzar o poner en marcha, respetando siempre los códigos éticos de responsabilidad social y sostenibilidad medioambiental, y pensando siempre en una nutrición responsable, sin alérgenos, etc.
La inversión que Arias realiza anualmente en I+D+i está en torno al 3% de nuestra cifra de negocio. Pero nuestro objetivo es poder llegar al 10% en los próximos años, reforzando
nuestra presencia tanto en mercados nacionales como internacionales, y apostando por tecnologías punteras que nos permitan una mayor diferenciación.
3. ¿Nos puede contar algún ejemplo reciente de proyecto que ha llegado a la producción industrial del que se sienta especialmente orgullosa?
Tenemos dos proyectos recientes que nos hacen sentir muy orgullosos. El primero lo lanzamos a mediados de 2012 y se llama Burgo de ARIAS Cuchara. Con este producto ampliamos el uso y el modo habitual de comer el queso fresco, llegando así a un mayor número de consumidores.
Nutricionalmente se trata de un lácteo excepcional por su concentración naturalmente rica, debido al proceso tecnológico de fabricación, en proteínas, minerales, calcio (60% de la CDR, fósforo, zinc, selenio.) y vitamina B12; y por su nulo o muy bajo contenido en materia grasa.
Para este tipo de lanzamientos, que suponen una barrera tecnológica, el tiempo de desarrollo e investigación suele ser como mínimo de año y medio.
El segundo proyecto, bajo la marca Angulo Queso de Autor, consiste en la creación y desarrollo de una gama de productos tradicionales gourmet. Con Angulo hemos conseguido revolucionar el mercado. Gracias a una tecnología pionera (que elimina los hongos y levaduras, coliformes, patógenos y reduce considerablemente los gérmenes totales) manteniendo intacto todas sus cualidades organolépticas y nutricionales, la compañía ha logrado lo que nadie había conseguido hasta ahora, prolongar la vida del queso fresco. El consumidor, por primera vez, tiene a su disposición un queso de Burgos tradicional con una calidad organoléptica estable durante toda su vida útil que es superior al resto de quesos de esta categoría. Además, su diseño de color negro también rompió en el lineal con todos los códigos estéticos de la actual oferta de quesos frescos.
4. ¿Cómo ve la evolución de la I+D en el sector?
Es de todos conocido que la crisis está reduciendo la renta disponible de los hogares y esto está castigando especialmente al consumo. Por tanto, también se reducen los ingresos de las empresas y los fondos que éstas destinan a investigación y desarrollo.
En el sector quesero reconozco que no hay una gran innovación en estos tiempos de crisis. Desde Arias, sin embargo, seguimos trabajando para poder presentar propuestas de valor interesantes para cuando toda esta crisis pase. Confío en que Arias será un motor en este sentido los próximos años, tratando de adaptar nuestra innovación a la situación socioeconómica y a las nuevas necesidades, tanto de la distribución como del consumidor final, es decir, en formatos, productos y servicios.
Nuestra apuesta por la innovación nos ha llevado a lanzar al mercado 64 nuevos productos (81 nuevas referencias) en los últimos 20 años, unos seis nuevos productos al año. Sabemos que hoy en día la innovación exitosa es novedosa y diferenciada, está enfocada a un target muy definido y genera momentos y usos nuevos de consumo, y ésa es la estrategia que vamos a seguir.
5. ¿Cómo cree que se puede fomentar la necesaria colaboración universidad- empresa?
Creo que las empresas debemos tender puentes de colaboración a los universitarios para que puedan hacer prácticas o desarrollar proyectos de fin de carrera más ligados al mundo empresarial, que siempre necesita soluciones rápidas, competitivas y rentables.
Estas prácticas servirían para abrir los ojos a los futuros profesionales sobre lo que es el mundo empresarial y a la rapidez y competitividad que existe en el sector del gran consumo, como es nuestro caso. Además, permitiría que las empresas innovadoras contáramos con una cantera de gente que podríamos probar, preparar y formar, con eficacia y profesionalidad.
Un ejemplo de la apuesta de Arias por tender estos puentes es mi caso y el de algunas personas de mi equipo, empezamos en la empresa como becarios en prácticas.
En Arias tenemos convenios de colaboración con centros educativos para que sus alumnos realicen prácticas laborales en diferentes áreas de la empresa. Por ejemplo, habitualmente colaboramos con el Máster en Tecnología de los Alimentos (Universidad de Oviedo), y para nuestro departamento en el servicio de calidad solemos acoger a estudiantes que hacen las prácticas y desarrollan sus proyectos finales con nosotros.
En el Departamento de I+D+i somos en la actualidad cuatro investigadores, uno de los cuales es doctor en Químicas, dos biólogos y una tecnóloga de alimentos. Además también tenemos un técnico de laboratorio y tres asistentes distribuidos en las diferentes plantas piloto que tenemos en las fábricas.
6. ¿Qué relevancia adquiere la calidad alimentaria en su departamento? ¿Qué novedades están surgiendo?
En Arias empleamos los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria. Para ello trabajamos con un enfoque integral y preventivo en el que también involucramos a proveedores y consumidores. A día de hoy puedo asegurar que la calidad y la seguridad alimentaria son nuestra razón de ser.
La calidad confiere y perpetúa el valor de las marcas. Es la herramienta diferencial que nos permite ser elegidos por el consumidor, marca la diferencia respecto a nuestros competidores y asegura que el consumidor va a confiar en nosotros.
Algunas de las metodologías que utilizamos en la empresa son protocolos de gestión y seguimiento de la trazabilidad; calificación, evaluación y auditorias de proveedores de materias primas, ingredientes y materiales, así como análisis liberatorio de todos los lotes de los productos.
Además, tenemos nuevas certificaciones nacionales e internacionales que aseguran que fabricamos no sólo sin ningún riesgo o con los procesos bien definidos y estabilizados, sino cuidando de manera proactiva tanto la producción o fabricación como el medio ambiente e incluso la prevención de bio-terrorismo. Estas certificaciones, que son de cumplimiento voluntario, aseguran al consumidor y a los clientes que estamos haciendo las cosas bien, además de que la proactividad en la seguridad de productos, procesos y personas forma parte de nuestro compromiso.
7. ¿El consumidor y la distribución aprecian la calidad alimentaria?
Por supuesto, tanto el consumidor como los distribuidores están cada vez más sensibilizados e informados sobre estos temas.
Las crisis ocurridas hace pocos años -las vacas locas en Inglaterra o la de la carne en Alemania-, han conseguido que la administración ejerza un control más estricto todavía sobre las empresas, y que los consumidores y clientes sean lógicamente cada vez más exigentes.
8. Para terminar, ¿cuál diría que es el reto fundamental que tiene la investigación en alimentación hoy en día?
Nuestra sociedad cada vez está más envejecida. Las empresas debemos preocuparnos de investigar en este sentido, procurando crear alimentos sanos, saludables, que de alguna manera prevengan y sirvan para reducir enfermedades de tipo cardiovascular, osteoporosis, obesidad., y que todo ello se traduzca en una mejora de la calidad de vida de la población. Como ya he dicho, los alimentos forman parte de nosotros: somos y seremos lo que comemos.
