El proyecto mejorar la atención oncológica, facilitando un modelo digital integral y personalizado centrado en el paciente. El primer hito ha sido el inicio de los estudios clínicos y el diseño de la plataforma digital para el seguimiento y cuidado diario
Cuando se cumple el primer año de trabajo, el proyecto Mentoring for Health ya redefine la atención oncológica en Europa desde la integración de la nutrición en la medicina de precisión. Con una dotación de 4 millones de euros del Consejo Europeo de Innovación (EIC) y liderado por el Instituto madrileño IMDEA Nutrición, comienza a desarrollar una plataforma clínica para transformar el seguimiento y tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón en estadio avanzado y la vista puesta en mejorar su calidad de vida y la respuesta a los tratamientos.
Cada año más de 2,2 millones de personas son diagnosticadas con cáncer de pulmón, uno de los más frecuentes y el que causa mayor mortalidad a nivel mundial. Hasta el 80 % de los pacientes con cáncer sufren malnutrición, lo que llega a debilitar el organismo, ralentizar la recuperación y reducir la tolerancia al tratamiento. A pesar de su impacto, hasta ahora la nutrición rara vez se personaliza a lo largo del tratamiento. De ahí que el modelo digital de Mentoring for Health esté orientado a predecir las necesidades nutricionales individuales y ofrecer recomendaciones personalizadas para mejorar la salud metabólica, entre otras cosas.
Este proyecto, en el marco del Pathfinder Challenge de Horizonte Europa, encarna la próxima generación de la ciencia de la nutrición con un enfoque pionero que se asienta en la combinación de la investigación clínica, las tecnologías multiómicas y la innovación en salud digital para «transformar el futuro de la atención oncológica». Así lo pone de manifiesto Ana Ramírez de Molina, directora de IMDEA Nutrición y quien lidera esta ambiciosa iniciativa, cuyos primeros datos «muestran que cada paciente es único; conocer cómo cambia su estado nos va a permitir tratarle mejor en tiempo y forma».
A este respecto, Ramírez de Molina explica que servirá de modelo para otros tipos de cáncer y enfermedades crónicas, además de poder extenderse a poblaciones vulnerables, como los mayores o personas con trastornos metabólicos. Los resultados también van a ayudar a reducir los costes sanitarios y acortar las estancias hospitalarias, aunque el principal objetivo marcado es reducir las deficiencias nutricionales hasta en un 40%. Los pacientes con cáncer de pulmón suelen sufrir complicaciones como pérdida muscular (sarcopenia), caquexia y malnutrición, todas ellas capaces de debilitar la respuesta al tratamiento y la recuperación.
Primeros estudios clínicos en pacientes
El consorcio europeo tiene los primeros datos sobre el estado del paciente -desde la rutina clínica hasta el nivel molecular a través de muestras- que ya han sido analizados y discutidos por los grupos de investigación en la asamblea general que ha celebrado estos días en la Universidad de Parma (Italia), uno de los socios del proyecto, junto a dos entidades alemanas, el mayor Centro de Investigación Oncológica (DKFZ) y la prestigiosa organización Max Planck; el Instituto de Investigación e Innovación en Salud (i3S) de Oporto (Portugal), al que se ha incorporado el Hospital Universitario Infanta Sofía (Madrid); todos ellos bajo la coordinación científica de IMDEA Nutrición.
El estudio clínico va a llegar a más de 150 pacientes con cáncer de pulmón y permitirá construir un modelo a base de datos sobre marcadores nutricionales, perfiles de microbioma y patrones de estilo de vida siguiendo un enfoque humano de la investigación:
- Análisis de las características de pacientes que abarcan desde su microbiota, nutrigenómica, transcriptómica, proteómica y glicómica, hasta el estado inflamatorio, tratamientos oncológicos y antropometría en un seguimiento en el tiempo, entre muchas otras cuestiones.
- Integración de todos estos datos en un modelo matemático que combina aproximaciones tan dispares como IA y ecuaciones diferenciales que describen procesos como las dinámicas de hemoglobina que correlacionan con la calidad de vida del paciente.
- Un seguimiento diario de las rutinas del paciente, registrando el estado y cualquier cambio en tiempo real, que va a permitir que el oncólogo disponga de una información detallada y útil en constante actualización para facilitar la intervención médica temprana y la emisión de recomendaciones inmediatas.
