¿Pueden los juegos ayudarnos a enfrentar los problemas complejos que conlleva el cambio climático?
Sabemos que las personas que participan en juegos de rol de forma regular muestran más rasgos de empatía y más tendencia a participar en actividades altruístas. Y que al contrario, mucha gente que niega el cambio climático suele adolecer de una falta de capacidad de ponerse en el lugar del otro.
Con estas premisas, el investigador Sam Illingworth argumenta en este artículo en la revista Nature que quizás es posible estimular la acción para combatir el cambio climático mediante el uso de juegos.
Sabe de lo que habla. Él mismo ha creado varios, de temática tan variada como la colonización de Marte o la construcción de ciudades. Y a pesar de que puedan ser percibidos como frívolos o infantiles, confía en que el desarrollo de la colaboración que promueven algunos juegos puede ser clave para iluminar los problemas a los que nos enfrentamos y a buscar soluciones juntos.