Los mitos grecolatinos siguen interpelando a los lectores de novelas gráficas y un reciente trabajo de Ana González-Rivas Fernández, profesora de Filología Inglesa de la UAM, nos ofrece un ejemplo de ello
En la mitología grecolatina, la historia de Lamia, la reina libia amante de Zeus, relata una maternidad frustrada. Condenada por Hera —la esposa despechada— a perder todos los hijos que va dando a luz, su dolor y su rabia la van consumiendo hasta hacer de ella un ser monstruoso y atormentado.
La rabia poco a poco da paso a una envidia fatal que siente hacia todas aquellas madres que viven felices con sus niños. Contra ellos dirigirá su odio Lamia, que, en la oscuridad de la noche, roba y mata a esos niños, vengándose así de haber sido privada de la experiencia de ser madre.
Una recreación muy particular de este mito grecolatino se puede encontrar en la novela gráfica Lamia, de Rayco Pulido, publicada en el año 2016 y galardonada con el Premio Nacional del Cómic en el 2017. Lamia nos traslada a la Barcelona de 1943, donde vive Laia, la “Lamia” de esta historia: una joven que está en la recta final de su embarazo y espera a que regrese su marido, ausente por motivos familiares.
En su día a día, Laia trabaja como guionista en “El consultorio de Elena Bosch”, un programa de radio que, bajo los auspicios del obispado, aconseja a las mujeres sobre cómo ser buenas madres y esposas —siempre de acuerdo con la doctrina católica del momento—. Pero pronto advertimos que no todo es lo que parece. Algo que también parece sospechar el Inspector Mauricio, quien se haya tras la pista de un misterioso asesino en serie.
La madre terrible
En el estudio “From Myth to Comic: Rayco Pulido’s Graphic Novel Lamia”, publicado en Journal of Graphic Novels and Comics, Ana González-Rivas Fernández, profesora de Filología Inglesa de la UAM, sitúa la figura de Lamia dentro del arquetipo jungiano de la “Madre Terrible”, donde Lamia encuentra un lugar muy particular como “no-madre”.
El mito de Lamia evoca también otros miedos específicamente masculinos, como el miedo a la castración (a menudo escenificado en el mito de la vagina dentata) y el miedo a la maternidad (esto es, a la capacidad de gestar a otro ser, un monstruo potencial). Ambos miedos, finalmente, acaban convergiendo, y es por eso que, como afirma José Miguel García Cortés en su ensayo Orden y Caos (1999), muchas veces la mujer castradora se representa como “antimadre”, como madre asesina o como un ser sediento de sangre de hombre.
La recreación del mito de Lamia desde el género negro permite a Rayco Pulido evocar un contexto histórico-social muy concreto: el ambiente de posguerra de los años 40, donde sigue imperante un sistema patriarcal, reforzado muchas veces desde las instituciones religiosas.
El cómic expone (y denuncia) un discurso sobre la maternidad frecuente en esta época y, según el cual, la principal (y a veces única) función de la mujer es ser madre, de modo que aquella que, por la causa que sea, no llega a serlo, es señalada como una inadaptada, una fracasada, y, en definitiva, un monstruo. “No hay soltera más solterona y recalcitrante que la casada sin hijos”, comenta un personaje del cómic.
Pero no es este el único tema que sale a debate: la lacra de la violencia de género, así como el significado y el alcance de la sororidad, un concepto ampliamente difundido por movimientos sociales como el #metoo, son cuestiones de gran actualidad que también se abordan en la obra. De hecho, podemos afirmar que “la reinterpretación del mito de Lamia a través del género negro se emplea para hacer tanto una crítica al mundo moderno como una reivindicación feminista del siglo XXI”, afirma González-Rivas Fernández.
La víctima
En el mismo estudio sobre el cómic de Pulido, González-Rivas Fernández lo relaciona con otro ejemplo de ficción española: el relato “Lamia”, de Cristina Jurado (2019). Tanto la obra de Pulido como la de Jurado ponen el foco en un aspecto de la historia que no había sido tenido en consideración en épocas anteriores: el hecho de que Lamia es víctima antes que monstruo. Víctima de Zeus, un dios poderoso al que debe obediencia, y víctima de Hera, que la convierte en culpable de las infidelidades de su marido (pues tampoco ella se atreve a enfrentarse al dios de dioses).
En este sentido, se observa cómo tanto el cómic como el relato hacen un uso político y subversivo del mito de Lamia, poniendo también de manifiesto lo revelador que puede llegar a ser el análisis de los mitos para profundizar en el significado de los relatos que los contienen.
Foto de portada: Lamia de Rayco Pulido, obtuvo el Premio Nacional del Cómic en 2017 / Astiberri Ediciones.
Referencias bibliográficas:
González-Rivas Fernández, A. 2022. From myth to comic: Rayco Pulido’s graphic novel Lamia. Journal of Graphic Novels and Comics. DOI: 10.1080/21504857.2022.2123017
García Cortés, J.M. 1997. Orden y caos. Un estudio cultural sobre lo monstruoso en el arte. Anagrama, Barcelona.
Jurado, C. 2019. Lamia, en C. González-Pola & C. del Toro (eds.) Monstruosas, Tinta Púrpura Ediciones, Colección Sangre Sucia, Madrid.
Pulido, R. 2016. Lamia. Astiberri Ediciones, Bilbao.
