La diversidad genética brinda a las especies la capacidad de adaptarse a presiones medioambientales (enfermedades, sequías, etc). La biodiversidad de las plantas sobre la Tierra debe ser protegida y conservada para garantizar a las generaciones venideras el uso y disfrute de la naturaleza, en las mismas condiciones de las que nosotros gozamos: recursos alimenticios, elementos que protejan contra la erosión del suelo, bosques que aseguren la calidad atmosférica y la producción de madera, etc. Los bancos de semillas son un elemento básico para asegurar la disponibilidad de semillas que con su germinación permitan regenerar medios naturales y permitir futuras investigaciones.
Vistas generales de la Colección base del Banco de semillas
El Banco de semillas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos recoge principalmente endemismos ibéricos y macaronésicos; es especialmente rico en Crucíferas, plantas de interés económico y botánico, de las que se dispone de un catálogo accesible a través de Internet. La mayoría de las semillas provienen, directamente, del medio natural, preferentemente de la región sur-occidental del Mediterráneo, zona donde las Crucíferas parecen haber tenido su origen biológico. El banco se ve enriquecido con los materiales procedentes de otras familias y regiones geográficas obtenidas tanto por recolección de los integrantes del Departamento de Biología Vegetal y de otros colaboradores, como por intercambio con centros de investigación dedicados a iguales fines.
Vista general y detalle de la Colección activa del Banco de semillas
El banco está organizado en dos grandes colecciones: una primera de conservación a largo plazo, denominada colección base, y una segunda para el trabajo cotidiano del banco, la colección activa.
Zona de trabajo del Banco de semillas
Las semillas de la colección base son conservadas en ampollas de cristal, conservadas junto a silicagel, que asegura una óptima deshidratación del medio. Se mantienen a una temperatura comprendida entre -10º y -5º C. La encapsulación se realiza entre cuatro y seis meses después de la recolección, tras haber sido sometidas a valoraciones sobre su capacidad de germinación, destinados a eliminar las muestras no viables por envejecimiento.
Mientras que la Colección base tiene como finalidad la conservación a largo plazo de las semillas, la Colección activa está dedicada a la preparación de semillas para la colección base, el intercambio y la investigación, especialmente la mejora genética. Las muestras que la componen se conservan a una temperatura de 5º C, en condiciones de deshidratación no severas. El Banco conserva más de 10.000 muestras, en las que se encuentran representadas más de 3.500 especies. Su formación, iniciativa del Profesor Gómez-Campo, se inició en la década de 1960, y desde entonces se ha erigido en elemento de referencia para el estudio de biodiversidad de Crucíferas. Este banco de semillas está integrado en el Instituto Internacional de Recursos Filogenéticos (IPGRI, en sus siglas en inglés), centro para la conservación y el uso de la diversidad genética vegetal, auspiciado por la FAO.
Con fines estrictamente didácticos, anejo al Banco de semillas, se conserva una colección de frutos y semillas en la que se muestra la diversidad de formas y tamaños de estas estructuras biológicas.