El mismo artículo establece premisas que son mentira. Por ejemplo, que la desinformación es consecuencia o está de alguna forma fundamentalmente asociada al nacimiento y crecimiento de los partidos populistas. En todos los países, y desde luego en España, la mentira oficial, la mentira continua que los partidos en el poder reparten usando su acceso a los medios e influencia para establecerlas como verdades, es diario. Estas mentiras no son cuestión de opinión. Es decir, no se trata de una persona valorando o dando su opinión sobre algo. Estas mentiras se refieren a todo en general (valores; actuaciones que los políticos anuncian si ganan las elecciones; derechos y deberes de los políticos; datos estadísticos e históricos; información económica; etc ...). La "ideología", la ideología "buena", está por encima de la verdad y gran parte de la sociedad lo ha comprado. A gran parte de la sociedad no le importan las mentiras que refuerzan sus creencias. Esta es la catástrofe.