Los poderes públicos se ha apropiado del desarrollo urbanístico, en el caso de Madrid el barrio de Salamanca el mas deseado es justamente el que los urbanistas consideran execrable. Declarados enemigos de lo que más desea la población planifican densidades mínimas de población de un coeficiente de edificabilidad de 4 m/m2 en el Barrio de Salamanca se ha pasado coeficientes de edificabilidad de 0,25 m/m2 disminuyendo la edificabilidad en un factor 16 lo que garantiza un encarecimiento de la vivienda en clara contradicción con los mandatos que hipócritamente proclaman de hacer asequibles la viviendas a la población. Los 35 impuestos distintos que recaen sobre un bien supuestamente de primera necesidad y las décadas necesarias para los desarrollos urbanísticos ante la execrable lentitud de la Administración garantizan precios exorbitantes para la vivienda.