El total abandono por parte de las Administraciones públicas de las limpiezas de Montes, para éliminar la masa combustible no solo es fuente de incendios sino que los residuos fluyen a los ríos, lagos y presas que tampoco son dragados ni objeto de limpieza y se propicia la proliferación de las algas con posibles efectos adversos según el presente artículo en los lagos pirenaicos.
La defensa del medio ambiente burocrática desde los despachos no parece tener su correspondiente concreción en actuaciones concretas. Es más desde la burocracia se prohíbe la limpieza de montes cuando hay evidencias científicas de que la masa combustible acumulada año tras año propicia incendios de mayor envergadura.