Una nueva bomba de calor geotérmica permite calentar y enfriar edificios de un modo rentable y eficiente en el plano energético. Para lograrlo aprovecha fuentes de calor del aire o del suelo.
Un equipo internacional de investigadores ha unido sus fuerzas con la intención de que Europa pueda contar con tecnologías geotérmicas asequibles y eficaces, una necesidad cada vez mayor. Su trabajo, apoyado por la Unión Europea mediante el proyecto GEOTeCH, estudia formas de ofrecer calefacción y refrigeración renovables y rentables a casas y edificios pequeños.
El equipo de GEOTeCH se ha centrado en este mercado por una buena razón. Según la Agencia Internacional de la Energía, los edificios consumen el 30% de la energía mundial y son responsables de un porcentaje elevado de las emisiones de CO2. Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado en concreto consumen cerca de la mitad de la energía que precisa un edificio. Además, es un sector en expansión, lo cual hace que sea aún más relevante un consumo menor de energía y el empleo de fuentes renovables.
Los socios del proyecto aprovecharon progresos en tecnologías de bomba de calor geotérmica para crear una unidad de bomba de calor de fuente doble (DSHP, por sus siglas en inglés) para ofrecer calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Un artículo publicado en International Journal of Low-Carbon Technologies ofrece información sobre las características y el rendimiento del sistema.
Este innovador sistema DSHP aprovecha el calor del aire o de la tierra en función de las condiciones meteorológicas o de funcionamiento. Es capaz de elegir la fuente o el disipador de calor más adecuado, para calentar o refrigerar respectivamente, de tal forma que funciona como una bomba de calor aire a agua o agua de rechazo a agua. Por tanto, en invierno es capaz de generar agua caliente para calentar edificios valiéndose del aire o de la salmuera del suelo como fuentes de calor. Además, en verano, utiliza el aire o el agua de rechazo como disipador de calor para refrigerar la casa. La unidad también proporciona agua caliente durante todo el año, extraída en verano del calor residual de condensación del sistema.
La bomba se está sometiendo a pruebas de demostración y observación en cuatro emplazamientos de Europa, uno de los cuales pertenece la Universidad De Monfort en Leicester (DMU, el Reino Unido). En la DMU se han perforado cinco pozos en ubicaciones en las que había suficiente suelo blando como para perforar al menos hasta los diez metros. En cuatro de los orificios se han instalado intercambiadores de calor. En el quinto, se han instalado sensores de temperatura para registrar los cambios de temperatura del suelo. También se están registrando datos sobre consumo de energía y comodidad en el emplazamiento de demostración que simula un edificio doméstico pequeño.
"La energía geotérmica es el futuro; es una fuente limpia y sostenible de electricidad", indica el profesor Greenough de la DMU en una noticia publicada en el sitio web de la universidad. "No produce gases de efecto invernadero perjudiciales para la atmósfera. Queremos estudiar más el funcionamiento de las bombas de calor para acelerar su implantación en toda Europa. La mayoría de la gente se sirve del gas natural, pero los combustibles fósiles como este no son inagotables. Por otro lado, las bombas de calor geotérmicas pueden aprovechar la energía prácticamente ilimitada del sol que incide en la tierra y el aire que nos rodea. Hay quien piensa equivocadamente que estas bombas de calor son caras y que precisan mucho espacio para su instalación, lo cual no es necesariamente cierto".
La investigación realizada por GEOTeCH (Geothermal Technology for €conomic Cooling and Heating) servirá para popularizar el uso de sistemas de calefacción y refrigeración renovables.