Un clima más seco y menos predecible pudo haber precipitado el inicio del Paleolítico y la transición de nuestros ancestros homininos a humanos anatómicamente modernos.
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) participa en un estudio que se acaba de publicar en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), sobre la desertización progresiva de África Oriental en el último medio millón de años y sus implicaciones en la evolución humana. Según los autores, la evidencia de un clima variable y progresivamente más seco coincide con un cambio importante en las habilidades de fabricación de herramientas líticas y la aparición del Homo sapiens moderno.
Este estudio, basado en núcleos de sedimentos lacustres, de 194 m de longitud, recogidos en el Lago Magadi, al sur de Kenia, es el primero en proporcionar un contexto ambiental continuo de los diversos restos arqueológicos y paleontológicos recuperados en las cuencas del valle del Rift.
"Si bien ya se había relacionado la evolución de los homininos con cambios ambientales, los núcleos del Lago Magadi proporcionan el primer vínculo detallado entre el cambio climático y los eventos conocidos a partir del registro arqueológico de la región", afirma Mark Sier, arqueólogo, de la Universidad de Oxford, que ha llevado a cabo parte de los análisis de magnetoestratigrafía en el laboratorio de Arqueomagnetismo del CENIEH.
UNA TRANSICIÓN CRUCIAL
Como explica el autor principal del estudio Richard Owen, de la Universidad Bautista de Hong Kong, existe una gran brecha en los registros entre las últimas herramientas del Paleolítico inferior, hace 500.000 años y la aparición de las herramientas del Paleolítico medio, hace unos 320.000 años.
"Nuestros resultados cubren esa brecha con un registro ambiental continuo en el que se produjo una transición crucial, durante la cual los arqueólogos han descubierto evidencias de un salto en las capacidades de los humanos primitivos para hacer, usar e intercambiar útiles de piedra", señala Owen.
La industria lítica encontrada no cambió mucho entre 1,2 millones y medio millón de años; pero de repente, después de 500.000 y antes de 320.000 años, coincidiendo con la desertización de la región, las herramientas se volvieron más sofisticadas y se transportaban a distancias más largas.
PROYECTO INTERNACIONAL
"Ahora podemos saber cuándo cambió el entorno y luego comparar dicho cambio con los restos fósiles y arqueológicos de la región", señala Andrew Cohen, de la Universidad de Arizona, investigador principal del Proyecto Hominin Sites and Paleolakes Drilling Project (HSPDP) en el que se engloba este trabajo.
El HSPDP es un macroproyecto internacional y multidisciplinar cuyo objetivo es estudiar la relación entre la evolución humana y el cambio climático mediante el estudio de sondeos en paleolagos situados cerca de los yacimientos arqueopaleontológicos más importantes del mundo.
Referencia bibliográfica:
R. Bernhart Owen et al. 2018. Progressive aridification in East Africa over the last half million years and implications for human evolution. PNAS. DOI: 10.1073/pnas.1801357115