Tras más de una década de trabajo, Martin Freiberg, responsable del jardín botánico de Leipzig, ha conseguido reunir más de un millón de referencias vegetales en la lista de plantas vasculares más completa y amplia hasta la fecha
Cuando su conocimiento llega a cotas inabarcables por la memoria, las personas crean listas. Desde las que nombran a todos los seres vivos de la Tierra hasta las de la compra, son herramientas básicas, tan útiles que están por todas partes. Es más o menos sencillo elaborar un inventario de objetos que caben en una caja de zapatos. Pero, ¿quién se atreve a reunir los nombres de todas las especies vegetales del mundo? Un biólogo alemán acaba de completar esta titánica tarea, elaborando el registro más completo, actualizado y detallado hasta la fecha, con más de un millón de nomeclaturas de plantas. Su resultado acaba de ser publicado en la revista « Scientific data».
En concreto, el nuevo Catálogo de Plantas Vasculares de Leipzig (LCVP) recoge 1.315.562 nombres científicos, el total de los conocidos por el hombre hasta la fecha. En él se incluyen 351.180 especies de plantas vasculares -helechos, gimnospermas y angiospermas, la mayoría de las plantas terrestres que tienen verdaderas raíces, tallo y hojas- y 6.160 híbridos naturales de 13.460 géneros, 564 familias y 84 órdenes. También enumera todos los nombres diferentes con los que se conoce cada planta y proporciona muchos más detalles taxonómicos que la actual lista de referencia, The Plant List, elaborada por el Real Jardín Botánico de Kew (Londres), que no se actualiza desde 2013.
Doce años catalogando plantas
«Comencé en 2008, pero he trabajado más intensamente durante los últimos 10 años, dedicándole aproximadamente 2 días a la semana», cuenta a ABC Martin Freiberg, conservador del Jardín Botánico de la Universidad de Leipzig (Alemania) y principal creador de la lista. Al principio, pretendía desarrollar un catálogo para uso interno de su centro. «Pero luego muchos colegas de otros jardines botánicos en Alemania me instaron a poner el trabajo a disposición de todos». Es ahí donde entraron sus compañeros del German Centre for Integrative Biodiversity Research (iDiv), quienes han ayudado en la gigantesca empresa de Freiberg, que desde ahora es accesible a cualquier persona a través de esta página web.
El biólogo cayó en la cuenta de que muchas veces los nombres de las especies no estaban claros, y que existían «lagunas» que podían interferir en el trabajo de las investigaciones científicas, llegando incluso a limitar la fiabilidad de algunos estudios. «Quería eliminar este obstáculo lo mejor posible», apunta. Es por ello que recopiló información de las principales bases de datos, las armonizó y estandarizó los nombres. También revisó unos 4.500 estudios para investigar más discrepancias, como diferentes ortografías o nomeclaturas. Además, agregó miles de nuevas especies, identificadas principalmente gracias a los avances en las técnicas de análisis genético molecular.
«Por ejemplo, encontré nombres antiguos que no se utilizan desde hace mucho tiempo, pero que están ahí, en etiquetas de herbario que pueden tener 200 años. Es difícil encontrar información sobre si esas denominaciones siguen siendo válidas o no», explica. Otros grandes problemas que encontró fueron separar los nombres de los híbridos de jardín y los híbridos naturales, o catalogar de forma eficaz el género más numeroso de todos, Hieracium, que comprende 12.614 especies descritas de las que solo 1.411 han sido aceptadas hasta ahora. «Como responsable del jardín botánico de Leipzig, soy conservador al respecto, y espero hasta que las pruebas son lo suficientemente robustas para cambiar cualquier nombre».
Cualquier científico en cualquier parte del mundo
La importancia de este trabajo, por tanto, no solo radica en tener «ordenadas» todas las plantas del mundo, sino en que establece una nueva base estandarizada, actualizada y común, que puede ser consultada por cualquier científico en cualquier punto del planeta. «Casi todos los campos en la investigación de plantas dependen de nombrar especies de la manera correcta», apostilla Marten Winter, del iDiv y otro de los autores del estudio. «La ciencia moderna a menudo significa combinar conjuntos de datos de diferentes fuentes. Necesitamos saber exactamente a qué especies se refieren los científicos, para no comparar manzanas y naranjas o agrupar erróneamente diferentes especies».
El siguiente proyecto que Frieberg tiene en mente es aún más ambicioso: catalogar todas las plantas no vasculares (las que carecen de tallo y flor, como los musgos) del mundo. «Pero para eso se necesita algo más de tiempo...».