Aunque el objetivo de este proyecto era avanzar en la ciencia fundamental, el descubrimiento dará lugar a varios usos prácticos, como la generación de luz cuántica ultrabrillante
Una combinación de nanopartículas, la primera de su tipo que se sepa, ha resultado tener propiedades sorprendentes.
Un equipo que incluye, entre otros, a Alex Travesset, de la Universidad Estatal de Iowa en Estados Unidos, así como a Ihor Cherniukh y Maksym Kovalenko, del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich (ETH), ha desarrollado una gama de materiales que combina dos o tres tipos de nanopartículas en estructuras con configuraciones muy específicas que muestran propiedades no presentes en los componentes por separado ni tampoco juntos si la configuración no es la apropiada. Una de estas propiedades, bastante llamativa, es la superfluorescencia.
En este caso, los investigadores han combinado nanocubos de perovskita (diminutos cristales que poseen útiles propiedades eléctricas u ópticas) con nanopartículas esféricas para formar una estructura regular y repetitiva que se puede describir como una superred. Los investigadores consiguieron crear superredes de tres tipos diferentes, uno de los cuales presentaba superfluorescencia.
Ello es un buen ejemplo de cómo la estructura determina las propiedades, tal como subraya Travesset.
Aunque el objetivo de este proyecto era avanzar en la ciencia fundamental, el descubrimiento que los científicos han hecho dará lugar a varios usos prácticos, como la generación de luz cuántica ultrabrillante, tal como destaca Travesset.
Los materiales de perovskita son muy eficaces a la hora de convertir la luz solar en electricidad. Ahora, con las técnicas de ensamblaje ensayadas en este proyecto, se abre la posibilidad de combinar diferentes nanopartículas para producir nuevos materiales con distintas propiedades.
En la revista académica Nature, los investigadores han publicado con el título "Perovskite-type superlattices from lead-halide perovskite nanocubes" los detalles técnicos de su logro.