La tecnología militar de la Guerra Fría ayudó a descubrir que el océano se expande y a fijar las bases de la tectónica de placas
En un interesante texto en el blog Ciencia para llevar, el investigador Luis Carcavilla Urquí cuenta cómo la desconfianza mutua entre Estados Unidos y la Unión Soviética permitió realizar una serie de descubrimientos importantes en el área de la geología.
Gracias a una red de sismógrafos para vigilar ensayos nucleares bajo tierra y al uso de unos instrumentos llamados geófonos, Harry Hess y otros investigadores ayudaron a describir el fondo marino y sus vicisitudes geológicas.