"Los robots no nos quitarán el trabajo" y, si llegan a dominar el mundo, "será bajo nuestro control", ha asegurado la antigua investigadora en <a href="https://www.harvard.edu/" title="Harvard" alt="Harvard" target="_blank">Harvard</a> Elena González-Blanco en una ponencia en ICAI sobre perspectivas de la inteligencia artificial.
González-Blanco ha afirmado que, si bien el momento actual supone "el caldo de cultivo perfecto" para esta disciplina, la inteligencia artificial no busca destruir empleo, "sino transformarlo".
Es por ello que "la formación y el talento" se han tornado en dos grandes pilares del sector, según ha señalado la ponente de la sesión organizada ayer por la Cátedra de la Industria Conectada de la Universidad de Comillas.
La "ingente" cantidad de datos generados en la web, según González-Blanco, "requiere de infraestructuras necesitadas de una arquitectura" en cuyo diseño o planteamiento entrará en juego el rol de nuevos profesionales.
"No sólo necesitamos ingenieros informáticos, sino también a personas de diversas disciplinas que busquen implementar estas tecnologías", ha asegurado González-Blanco.
Las aplicaciones de reconocimiento facial, de la escritura o de voz, los sistemas de análisis e interpretación de datos, o los coches automáticos son muestras del amplio campo de trabajo de la inteligencia artificial, que "no se puede conocer sin dominar las tecnologías tras ellos".
Estos son mecanismos como el 'machine learning', en que la máquina aprende según un conjunto de reglas a aplicar en determinadas situaciones, o el más complejo 'deep learning', que precisa de una cantidad mucho mayor de datos a partir de la cual la máquina tratará de inferir "patrones de similitud", ha explicado González-Blanco.
Para ejemplificar este último, la ponente se refirió a la app de Google 'Arts & Culture' que emplea la tecnología de reconocimiento facial y análisis e interpretación de datos para asociar la cara del usuario con la de un retrato famoso.
MULTIPLICIDAD DE USOS
Los posibles usos de estas tecnologías van sin embargo más allá del ocio, alcanzando sectores como el comercio, los seguros, el marketing, la salud o el 'RegTech', término empleado para las tecnologías orientadas a facilitar el cumplimiento regulatorio.
En el campo de la banca, por ejemplo, el análisis de datos de los clientes tales como su historial de búsqueda, permitirá conocer y establecer perfiles de riesgo o detección de posibles fraudes, un mecanismo extrapolable a la concesión de pólizas de seguros, o la asignación de tratamientos médicos en el campo de la salud.
Sin embargo, todas las facilidades que estas tecnologías ofrecen a las empresas han suscitado debate en la sociedad.
"La percepción general es de oportunidad, pero también hay miedo", ha señalado González-Blanco en referencia a la preocupación por el uso de la "enorme" cantidad de datos personales disponibles en la red.
En este sentido, la ponente ha llamado a la necesidad de una regulación, pero de forma internacional, puesto que "la menor protección" de los datos en países como EE.UU. o China es la que está permitiendo "un mayor desarrollo" de estos sistemas en aquellos países frente a Europa, "donde todo está más regulado" y por lo tanto se producen menos avances.
"HUMANIZAR" LA TECNOLOGÍA
En última instancia, para acercar esta tecnología a la sociedad es necesario vencer el último "gran reto" de esta ciencia, que según ha asegurado la ponente es el de "humanizarla".
"La inteligencia artificial no se refiere solo a procesos, si no a hacer más cómoda la vida de las personas", ha indicado González-Blanco: "a veces se peca de usar la tecnología sin pensar en el trabajador o en el usuario", ha puesto de manifiesto refiriéndose, como ejemplo, a aquellos sistemas de operadores de telefonía cuya calidad no se ajusta a las necesidades del consumidor.