Empresas de la industria robótica firman una carta abierta comprometiéndose a no armar a sus robots
Lo cuenta Julián Estévez Sanz, investigador en Robótica e Inteligencia Artificial de la Universidad del País Vasco, en este artículo en The Conversation. El uso de drones y otro tipo de robots en operaciones policiales y militares ha ido aumentando en los últimos años, desde los perros Digidog de la policía de Nueva York hasta los Packbots, empleados por Estados Unidos en distintas guerras.
En el artículo, Estévez da unas pinceladas sobre el debate ético alrededor de las llamadas armas autónomas y sobre las dificultades geopolíticas que existen para limitar su uso. En ese contexto, la carta resulta interesante, aunque Estévez advierte que los compromisos adoptados por las empresas robóticas son (quizá deliberadamente) ambiguos.