Entrevista a Colin Tück, director del Registro Europeo de las Agencias de Garantías de Calidad (EQUAR)
El director del Registro Europeo de las Agencias de Garantías de Calidad (EQUAR), Colin Tück, ha participado en las Jornadas ‘Nuevos horizontes en la calidad universitaria’, celebradas en Tenerife los pasados 11 y 12 de noviembre y organizadas por la Red Española de Agencias de Calidad Universitaria (REACU), y en concreto por la Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa (ACCUEE) y la Fundación para el Conocimiento madri+d.
¿Qué es el Registro Europeo de Garantía de Calidad (EQAR) y cuáles son sus objetivos?
Para poder explicar que es el Registro Europeo de Garantía de Calidad (EQAR), debo referirme antes a la existencia de un marco común europeo para la garantía de calidad de la enseñanza superior, los ESG, es decir los criterios y directrices para la garantía de calidad que fueron aprobados por todos los ministros europeos de educación superior y que son aplicados por las agencias de garantía de calidad de los distintos países como, por ejemplo, la Fundación para el Conocimiento madri+d. EQAR es el registro oficial de las agencias que han demostrado el cumplimiento de los ESG. Este sistema nos permite mostrar qué agencias europeas son dignas de confianza. En última instancia, queremos facilitar la autenticidad y el reconocimiento internacional de las instituciones de enseñanza superior y sus títulos.
¿Cómo ha contribuido EQAR al reconocimiento automático de títulos, uno de los objetivos del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)?
Nuestra base de datos DEQAR (en inglés, Database of External Quality Assurance Resuls) es la que permite hacer realidad el reconocimiento automático de títulos. Todos los intervinientes necesitan poder averiguar fácilmente no sólo qué agencias son fiables, sino qué instituciones o programas han sido revisados por ellas, es decir, qué instituciones son fiables y deberían ser reconocidas automáticamente.
Hay que tener en cuenta que, aun con el reconocimiento automático, en algún momento alguien debe decidir qué es lo que se reconoce. Pero estas decisiones estarán implícitas y tienen que tomarse rápidamente, sin ningún procedimiento adicional. Las resoluciones las tomarán personas que no son expertas en sistemas de garantía de calidad y no se puede perder el tiempo en investigar si alguna institución o programa está acreditado y es digno de confianza, pues se necesita una respuesta rápida y fiable.
La garantía de calidad no debe entorpecer los nuevos procesos. Recordemos que las instituciones lideran los cambios y la garantía de calidad les tiene que acompañar
En la actualidad, tenemos en DEQAR casi 70.000 informes de garantía de calidad sobre 3.000 instituciones europeas, de acuerdo con los ESG acordados en Europa, por lo que pueden ser reconocidos automáticamente. Cubrimos todas o la mayoría de las instituciones de 23 países europeos, incluida España.
¿Cómo responderá la garantía de calidad a los nuevos desarrollos y retos a los que se enfrentan las instituciones de enseñanza superior? ¿De qué instrumentos dispone?
Lo más importante es que la garantía de calidad no debe entorpecer los nuevos procesos. Recordemos que las instituciones lideran los cambios y que la garantía de calidad les tiene que acompañar. Ésta tiene que estar al tanto de lo que ocurre y ajustar sus métodos cuando sea necesario. Por ejemplo, encontrar formas para hacer frente a la educación a distancia o a la creciente diversidad de instituciones y modalidades de estudio.
¿Puede la garantía de calidad convertirse en un obstáculo en el proceso de innovación de las instituciones de enseñanza superior?
Por supuesto, si los procesos son demasiado burocráticos o no son lo suficientemente ágiles para adaptarse. La garantía de calidad tiene una importante labor para mantener la confianza también en circunstancias cambiantes. A veces podemos tener normas formales que no tienen una relación obvia con la calidad, o que son obsoletas y se basan en ideas antiguas. Aquí debemos ser flexibles. Cuando la calidad está en juego, la garantía de calidad debe seguir siendo sólida, por supuesto. En otras palabras: permitir la innovación, cuestionar las viejas normas e ideas, pero no a costa de la calidad.
Las universidades europeas son una ambiciosa iniciativa lanzada por la UE para promover los valores europeos y la integración, con el objetivo de "revolucionar la calidad y la competitividad de la enseñanza superior europea". Cabe preguntarse entonces: ¿por qué la garantía de calidad debe seguir siendo nacional si las instituciones son cada vez más europeas?
Sin duda, esta es la pregunta que nos debemos hacer. El reciente proyecto EUniQ contempla un enfoque genuinamente europeo para revisar una universidad europea en su conjunto. Con el Enfoque Europeo para la Garantía de Calidad de los Programas Conjuntos, todos los países del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) acordaron que una única acreditación debería ser reconocida en todos los países. Si seguimos la misma línea de pensamiento, cabría esperar que se utilizara un enfoque europeo unificado para la evaluación de las instituciones en lugar de los diferentes sistemas nacionales. Pero también es un hecho que muchos países aún no han cumplido su compromiso de reconocer el Enfoque Europeo, lo que supone para las Instituciones de Educación Superior un esfuerzo y una burocracia innecesarios al tener que pasar por varios procedimientos de acreditación para un solo programa.
Las universidades europeas prevén poner en marcha un número sin precedentes de programas conjuntos, por lo que estos problemas se agudizarán si el Enfoque Europeo no se aplica correctamente en todos los países.
Pasemos ahora a las "microcredenciales", una oportunidad de aprendizaje que puede servir a la vez como posible punto de entrada a la educación superior y como medio para fomentar y actualizar los conocimientos y habilidades en un contexto de aprendizaje permanente. ¿Son aplicables a esta nueva modalidad educativa los criterios y directrices para la garantía de calidad en la enseñanza superior (ESG)?
Sí, definitivamente lo son. Tenemos varios ejemplos de agencias registradas en EQAR que ya utilizan los ESG como base para la garantía de calidad de las microcredenciales. La mayoría de los expertos están de acuerdo en que la garantía de calidad externa debe realizarse a nivel de la institución, no de cada microcredencial. Eso sería complicado y bastante costoso, solo hay que pensar que las microcredenciales son más pequeñas, más numerosas y mucho más dinámicas que los programas tradicionales de grado.
Pero el verdadero reto son los proveedores alternativos, no las universidades que ofrecen microcredenciales. En este caso también se puede utilizar la ESG y algunas agencias ya certifican a este tipo de proveedores que imparten educación de nivel superior, pero que no son universidades o escuelas universitarias reconocidas. Pensemos en las empresas y su formación interna, en algunas ONG, en asociaciones profesionales o en centros de formación.
En el DEQAR, tenemos previsto crear una categoría específica para los proveedores alternativos. Si tienen una garantía de calidad en línea con las ESG, esto tiene que ser visible a través de la base de datos, y necesitamos un registro europeo de proveedores de confianza, que es una de las conclusiones del proyecto MICROBO (Microcredenciales vinculadas a los compromisos clave del proceso de Bolonia). Pero tenemos que tener las cosas claras, todo el mundo tiene que ver fácilmente lo que es una universidad de pleno derecho, una escuela universitaria, una escuela politécnica… y lo que es un proveedor alternativo.