Entrevista a Dr. Matesanz. Fundador de la <a href="http://www.ont.es/Paginas/Home.aspx" title="Organización Nacional de Trasplantes" alt="Organización Nacional de Trasplantes" target="_blank">Organización Nacional de Trasplantes</a> (ONT).
Estamos ante uno de los médicos y científicos más prestigiosos de nuestro país reconocido internacionalmente, el Dr. Rafael Matesanz, fundador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) que ha dirigido durante 28 años.
Pero también estamos ante el hombre que, a pesar de haber dedicado gran parte de su vida a la mejora de la salud de miles de individuos y de haber salvado múltiples vidas con más de 100.000 trasplantes en su haber, es una ser humano que considera llegado el momento de dejar la ONT, dejar paso a nuevos talentos y dedicarse, como cualquier otro, a disfrutar de su tiempo y de los suyos. La profundidad y el alcance de la entrevista al Dr. Matesanz aconsejan su publicación en dos parte.
Doctor Matesanz, para empezar esta entrevista cuéntenos su trayectoria antes de hacerse cargo de la Organización Nacional de Trasplantes.
Estudié medicina en la Universidad Complutense de Madrid, me licencié en medicina y cirugía en 1972. Hice mi periodo de formación como especialista en medicina interna y nefrología en La Fundación Jiménez Díaz hasta el 77 que entré en el Servicio de Nefrología del Hospital Ramón y Cajal. Allí fui adjunto y luego Jefe de Sección, hasta que en el año 1989, me llaman para iniciar lo que probablemente ha sido la mayor carrera de mi vida, la puesta en marcha de la Organización Nacional de Trasplantes. Realmente fui médico clínico durante 17 años antes de comenzar este periodo en el que estoy.
¿Cómo nació su vocación científica? ¿Tenía un entorno familiar propicio?
Mi único antecedente en la familia era un tío que era médico internista en la Fundación Jiménez Díaz, el profesor José Perianes. Me gustaba lo que hacía, pero no se puede decir que naciera en un entorno médico. En mi familia no había esa tradición, simplemente me gustaba la medicina, me gustaba el concepto de curar enfermos. Luego, cuando uno se mete en el hospital descubre que la medicina, aparte de esa vocación de curar, tiene un componente científico, de innovación muy potente, siempre hay que estar investigando, siempre hay que estar tratando de hacer algo nuevo. En mi caso ha sido todo un poco aprendido más que espontáneo.
Ha estado al frente de la ONT durante 28 años, durante estas casi tres décadas los avances y procedimientos en el ámbito de los trasplantes han sido notables. ¿Qué aspectos médico-científicos resaltaría como más relevantes?
En el fondo lo que hacíamos en su día para realizar los trasplantes no ha cambiado mucho. En cuanto a los aspectos quirúrgicos, un trasplante renal o de corazón no son muy distintos ahora de lo que fueron entonces. Lo que pasa es que la medicina ha ido mejorando en todos los aspectos, hay mejor anestesia, mejores medicinas, mejor cirugía, mejores antibióticos, mejores tratamientos de todo tipo y eso es lo que realmente ha mejorado con mucho cualquier intervención de este tipo. Antes, los primeros trasplantes hepáticos podían durar 16 horas o incluso más, ahora en muy pocas horas el trasplante está hecho. La evolución, el posoperatorio que antes era de bastantes días de ingreso, en estos momentos un paciente con un trasplante renal puede estar en su casa a la semana, incluso en personas en edades muy avanzadas, de más de 80 años. Esto era impensable hace 30-40 años. Por otra parte, se han introducido muchísimas novedades, no podíamos pensar en un trasplante de cara o de brazos. Los trasplantes de médula no habían adquirido ni mucho menos la importancia que tienen ahora. El mundo de los trasplantes es un mundo muy cambiante y, sin que haya habido revoluciones drásticas creo que todo está mejorando mucho.
¿Y qué aspecto de gestión resaltaría?
Lo que se conoce internacionalmente como el modelo español es realmente un modelo de gestión. En el año 1989 cuando se crea la ONT, desde el punto de vista organizativo en España se puede decir que no había prácticamente nada. Había una organización muy local de grupos de hospitales, en Madrid existía lo que se llamaba "Madrid Trasplante". Se trataba de unos cuantos hospitales que se habían asociado para intercambiar riñones y poco más. Había estructuras autonómicas en las comunidades con la sanidad transferida como Cataluña o el País Vasco. No había una estructura estatal. Esto sí que ha cambiado de arriba abajo. Hoy realmente nuestro sistema de trasplantes es el más estructurado del mundo y goza de unos niveles organizativos muy desarrollados.
La ONT se ha convertido en una organización paradigmática en el mundo que muchos países han tomado como modelo ¿Qué países están a la cabeza en cuanto a organización de una red como la nuestra?
Lo que España ha aportado al mundo de los trasplantes ha sido fundamentalmente organización. Nosotros no estuvimos en los primeros momentos de los trasplantes ni a nivel clínico ni quirúrgico. Nuestros clínicos, nuestros cirujanos, nuestros inmunólogos aprendieron de países vecinos de Francia, Inglaterra, Alemania, EE.UU., pero lo que nosotros realmente hemos aportado, lo que muchos países nos han copiado ha sido el modelo organizativo, en la estructuración de los trasplantes pero sobre todo en la donación de órganos. Hay unos profesionales, los coordinadores hospitalarios de trasplantes que son médicos intensivistas que son los que realmente dirigen todo el proceso.
En estos momentos el modelo español se ha trasladado a todo el mundo. Los países que más se han beneficiado son los del sur de Europa, Croacia un país pequeño que ha copiado nuestro modelo y que ha tenido cifras muy buenas, Portugal, Francia o el norte de Italia aunque también el Reino Unido. Todos estos países han ido adaptando nuestro modelo de una u otra forma y gracias a ello han mejorado mucho sus cifras.
Además, es uno de los grandes ejes vertebradores en la sanidad nacional, un claro ejemplo de "pacto por la sanidad" en temas de trasplantes. ¿Ha resultado complicado unificar criterios y conciliar a las distintas comunidades autónomas?
Si dijera que ha sido sencillo mentiría, cualquiera que conozca los aspectos de nuestra realidad, y no solamente de nuestra sanidad, sabe que poner de acuerdo a todo el mundo es complicado. Realmente el gran éxito de la ONT ha sido poner de acuerdo a 17 sistemas sanitarios que son los que tenemos en España y a cientos de equipos de trasplantes, de personas, de egos. Ese ha sido el gran éxito de la ONT. No ha sido sencillo pero se ha conseguido. Todos vieron la conveniencia de ponerse de acuerdo en este tema, era dar un paso adelante y que con ello ganábamos todos. Esto es algo que se ve en el día a día y que además se puede cifrar en el número de órganos intercambiados entre comunidades o en el número de enfermos trasplantados de una comunidad a otra.
¿Cuántas personas, cuantos profesionales participan en un trasplante?
En una donación multiorgánica, cuando hay un donante y de ese donante se trasplantan riñones, hígado, corazón, pulmones etcétera, pueden llegar a intervenir hasta 100 personas, son gente del hospital donde se produce la donación, de los hospitales donde se van a hacer los trasplantes, de la ONT, de los aeropuertos, de la policía, de los trasportes... El día que hubo una máxima actividad, hace un par de años, hubo 16 donantes en toda España que involucraban a 22 hospitales de 11 comunidades. En ese caso calculamos que más de 600 personas estaban actuando al mismo tiempo. Eso es un claro ejemplo de coordinación entre administraciones, entre profesionales y de gente que no depende de nosotros, porque coordinar a un equipo que depende de ti, aunque no sea sencillo es más accesible, pero en estos casos no hay mayor dependencia que la funcional, dependencia orgánica no hay ninguna. Afortunadamente, esto es algo que ya está muy rodado, funciona bien y además creo que consigue altos niveles de heroicidad y no solo en un día concreto, la verdadera heroicidad es que funcione los 365 días al año.
Está establecido cuánto cuesta un trasplante.
El coste está muy medido, todas las Comunidades recogen en sus Boletines Oficiales lo que cuesta un trasplante, de riñón, de corazón...porque es relativamente sencillo medirlo comparado con otras actividades de la sanidad que están más difusas. En el caso del trasplante, no hay más que medir lo que cuesta desde que se obtiene el órgano, hasta que se transporta y hasta que se implanta está perfectamente medido.
¿Cuánto cuesta por ejemplo un trasplante de hígado?
Un trasplante de hígado cuesta entre los 80.000-90.000 €. Depende luego del posoperatorio, si dura poco o mucho.
En el caso del trasplante de riñón son 30.000 €. Esas son las cantidades que le factura un hospital público a una aseguradora.
¿Qué importancia da a la divulgación de su trabajo al frente de la ONT, al papel de los medios en dar a conocer la extraordinaria importancia de las donaciones?
Es fundamental. Desde los primeros momentos de la ONT la difusión siempre ha sido bastante artesanal. Hemos dedicado mucho tiempo a esto. Durante los primeros años calculé a qué dedicaba mi tiempo y vi que a los medios de comunicación les llegué a dedicar hasta el 30%, eso es una barbaridad pero resultó básico para que todo funcionara. La divulgación es muy importante por diversos motivos. Si la gente dona es porque está convencida de que el trasplante es un buen servicio sanitario que se hace de una manera equitativa, justa, sin ningún tipo de discriminación y de todo eso la gene se entera a través de los medios de comunicación.
Cuando llega el momento de una donación, aparte de que el coordinador de trasplante se lo explique a la familia afectada, la idea previa que tiene esa familia al llegar ese momento tan complicado es básica. La continua presencia en los medios es fundamental para transmitir el mensaje de que realmente merece la pena. En su día era a través de la prensa escrita o los medios audiovisuales, ahora tienen igualmente importancia las redes sociales. En cualquier caso, todos los medios de comunicación, todas las formas de llegar a la población son fundamentales.
En cambio nos dimos cuenta desde el principio que las campañas de divulgación realmente servían para poco, tenían una relación coste/beneficio enorme, hacía falta mucho dinero para tener un impacto en la población realmente muy pequeño. En consecuencia no recurrimos a ellas en ningún momento. A lo que sí recurrimos es a esa constante presencia en los medios con el objetivo de mostrar que todo funcionaba bien y que merecía la pena. El ejemplo de los enfermos trasplantados haciendo una vida normal recuperando la salud era y es fundamental.