Un equipo de investigadores liderado por botánicos de la <a href="https://www.ox.ac.uk/" title="Universidad de Oxford" alt="Universidad de Oxford" target="_blank">Universidad de Oxford</a> han hallado pruebas de que la batata llegó a Polinesia por dispersión natural antes de que los humanos colonizasen la región. Este descubrimiento pone en cuestión la idea de que fueron humanos quienes la transportaron desde América.
La llegada a América de Cristóbal Colón en 1492 marcó el inicio de la gran época de exploración del Nuevo Mundo. Sin embargo, los posibles contactos entre América y el resto del mundo anteriores a esa fecha están rodeados de misterio y continúan siendo objeto de discusión. De acuerdo con las crónicas de los primeros viajes, cuando los europeos llegaron a Polinesia descubrieron que la batata, una planta de origen americano también conocida como camote o boniato, era ampliamente cultivada en la región. La presencia de este cultivo en Polinesia se ha interpretado tradicionalmente como prueba de los contactos entre americanos y polinesios, mientras que la posibilidad de que la batata cruzase el océano por dispersión natural ha recibido poca atención.
Ahora, un equipo formado por investigadores de la Universidad de Oxford; del Centro Internacional de la Papa en Lima, Perú; y de la Universidad Estatal de Oregón y la Universidad de Duke (ambas en Estados Unidos), ha presentado un completo estudio sobre la batata que cuestiona la idea de que esta planta fuese introducida en Polinesia por humanos en época precolombina. El equipo ha encontrado pruebas de que la batata llegó a Polinesia, muy probablemente, por dispersión natural. Entre otros resultados, han demostrado que la colección polinésica más antigua conservada de batata, recogida en 1769 durante la gran expedición del capitán Cook al océano Pacífico, representa una variedad única que se originó mucho antes de que los humanos colonizasen las islas. Por lo tanto, este hallazgo pone en duda la existencia de contactos precolombinos entre Polinesia y América, más aún al tener en cuenta que la presencia de la batata en la región ha sido presentada como la principal prueba de dichos contactos.
Pablo Muñoz
Este resultado es parte de un amplio estudio sobre el origen y la evolución de la batata, una de las plantas más consumidas a nivel mundial, publicado en la revista Current Biology y liderado por el profesor Robert Scotland y los investigadores predoctorales Pablo Muñoz Rodríguez y Tom Carruthers. Los investigadores obtuvieron muestras de ADN de plantas cultivadas y de especímenes conservados en herbarios, incluyendo muestras tanto de batata cultivada como de otras especies silvestres evolutivamente próximas. La cantidad de datos generada les ha permitido dar respuesta a varias preguntas sobre el origen de la batata, una de las plantas más consumidas a nivel mundial. Por ejemplo, han podido identificar la especie silvestre a partir de la cual se originó la especie cultivada, y han descubierto que otras especies próximas a la batata han colonizado las islas de la Polinesia por dispersión natural a larga distancia.
Muñoz Rodríguez, primer autor del artículo, comenta: "la presencia temprana de la batata en Polinesia se ha presentado tradicionalmente como evidencia de contactos entre grupos humanos a ambos lados del océano Pacífico. Sin embargo, de acuerdo con nuestros resultados y como hemos visto con otras especies próximas, es más probable que sus semillas fuesen transportadas a las islas del Pacífico por pájaros, por el viento o por corrientes oceánicas, bastante antes de que los humanos colonizasen las islas".
Referencia bibliográfica:
Muñoz-Rodríguez, P. et al.. 2018. Reconciling Conflicting Phylogenies in the Origin of Sweet Potato and Dispersal to Polynesia. Current Biology. DOI: 10.1016/j.cub.2018.03.020