El economista inglés Brian J. Loasby plantea que la incertidumbre radical, lejos de ser una anomalía, es la condición natural del entorno humano
Un artículo recientemente publicado en la revista Mind & Society explora el enfoque del economista inglés Brian J. Loasby (1930-), quien ofrece una perspectiva alternativa a la visión tradicional del homo economicus.
Félix Fernando Muñoz, profesor titular del Departamento de Análisis Económico: Teoría Económica e Historia Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), analiza cómo Loasby redefine la economía cognitiva al incorporar elementos clave de la psicología y el conocimiento humano.
Según argumenta Muñoz, este enfoque cognitivo ofrece una perspectiva más realista y humana, enfatizando la importancia de la imaginación y la adaptación frente a la incertidumbre, elementos cruciales para enfrentar los desafíos de un sistema económico en constante cambio.
Algunos puntos clave de este enfoque son los siguientes:
Un mundo de incertidumbre
A diferencia del modelo clásico, que asume agentes racionales con acceso a información completa y capacidad cognitiva ilimitada, Loasby argumenta que los seres humanos operan en un entorno de incertidumbre radical, donde el futuro no puede predecirse ni reducirse a probabilidades calculables. Inspirándose en la distinción clásica de Frank Knight entre riesgo e incertidumbre, Loasby sostiene que las personas deben formar conjeturas y adaptarse a un mundo continuamente cambiante, una idea que recuerda el pensamiento de Karl Popper.
Conocimiento limitado y adaptativo
El enfoque de Loasby también se aparta de la optimización perfecta, destacando que el conocimiento de los agentes económicos es local, limitado y en constante evolución. Según Loasby, los individuos utilizan patrones y “principios conectores” —un concepto sugerido por Adam Smith en su Historia de la astronomía (1795)— para interpretar la complejidad del mundo y tomar decisiones inteligentes en un entorno dinámico.
Imaginación y creatividad: motores del cambio
En la visión de Loasby, la imaginación desempeña un papel central en la economía. Los agentes económicos utilizan su capacidad creativa para visualizar soluciones innovadoras y adaptarse a los desafíos que plantea la incertidumbre. Esta característica es fundamental para entender el espíritu empresarial y la generación de nuevas ideas, bienes y servicios. Como insiste el Premio Nobel de Economía Paul Romer, las ideas son el motor principal del crecimiento a largo plazo.
Procesos evolutivos en la economía
Lejos de concebir la economía como un sistema estático en equilibrio, Loasby la describe como un proceso evolutivo, en el que bienes y reglas (en forma de tecnologías e instituciones) emergen de interacciones históricas y sociales. Este enfoque contrasta con los modelos tradicionales que parten de abstracciones como el equilibrio general.
Por último, el artículo destaca cómo estas ideas tienen profundas repercusiones en áreas como la teoría de las organizaciones, el comportamiento del consumidor, la innovación y la gestión empresarial. “Loasby nos recuerda que la economía no es solo una ciencia de números, sino una disciplina profundamente conectada con las limitaciones y posibilidades del conocimiento humano”, concluye Muñoz.
Referencia bibliográfica: Muñoz, F.-F. (2024). The fundamentally uncertain economic agent: Brian J. Loasby’s growth of knowledge approach to the psychology of human action. Mind & Society, 23(163–192). https://doi.org/10.1007/s11299-024-00310-z