El cambio climático y la acción humana pueden hacer que en el futuro dejemos de escuchar a la naturaleza
Cada año que pasa, nuestro mundo es un poco más silencioso. Puede parecer una trivialidad frente a algunas de las amenazas más impactantes del cambio climático, como las olas de calor o las inundaciones provocadas por lluvias extremas. Pero cada sonido que desaparece es un bien común de la humanidad que se pierde para siempre.
En este artículo publicado hace casi dos años en la revista norteamericana Grist varios expertos explican cómo se está produciendo ese cambio en el ambiente sonoro de nuestro mundo. No es sólo el impacto directo sobre los animales que producen sonidos: los cambios meteorológicos, las alteraciones físicas de los océanos o la pérdida de insectos, son sólo algunos de los impactos que pueden tener un efecto dominó sobre el resto del ecosistema.
Además, el artículo contiene muchas pistas de audio que aportan una dimensión sonora a la lectura.