La decisión de Reino Unido de prohibir la venta de tabaco a las generaciones futuras puede marcar un antes y un después
Hace unos días el Parlamento británico aprobó una ambiciosa ley que hará que a partir de 2027 ninguna persona nacida después del 1 de enero de 2009 pueda comprar tabaco legalmente.
La ley ha sido recibida favorablemente por médicos y otros profesionales de la salud, ya que se trata de la principal causa evitable de muerte y enfermedad, como recuerdan en el editorial de esta semana de la revista Nature.
Pero como apuntan en este artículo en ABC, también existen voces críticas con la decisión. Muchos temen que la prohibición estimule el mercado ilegal de cigarrillos. Y algunos argumentan que la decisión va en contra de la libertad individual de los consumidores.
Ambas piezas apuntan al caso de Nueva Zelanda, que en 2022 aprobó una ley parecida que acabó después siendo anulada con el cambio de gobierno.