"Mi mayor objetivo es contribuir a la profesionalización de la gestión de la sanidad"

1.- Para empezar esta entrevista, por favor, háblenos de su trayectoria y de su experiencia profesional en el mundo de la gestión sanitaria.

Soy licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid y doctor en Ciencias de la Salud por la Universidad de Valladolid, además de un ferviente defensor de la comunicación, aunque no soy periodista.

Creo que es algo básico fomentar la comunicación en la sanidad, tanto entre los profesionales y pacientes, como entre los propios médicos, entre los pacientes y con las distintas administraciones y ser capaces de integrar estos tres ámbitos: comunicación, medicina y economía.

Hice la tesis doctoral hace seis años, fundamentalmente para demostrar que, con esfuerzo, se puede conseguir lo que uno se proponga. Tuve un tribunal para ello de lujo con Carlos Belmonte, José Antonio Gutiérrez Fuentes, José Javier Castrodeza Sanz, Julián García Sánchez... Fue un hobby, un disfrute absoluto. Mi tesis consistió en diseñar un largo modelo de unos 60 parámetros para medir la eficacia y eficiencia de los centros de investigación en oftalmología. Cada uno de estos parámetros ponderados adecuadamente para evitar centrarse únicamente en la bibliometría, que, por supuesto, es importante, pero no el único factor a evaluar como todavía piensan algunos. En definitiva, intenté diseñar un modelo diferente y luego tengo que agradecer a Novartis que lo editara de forma generalizada para extender su conocimiento.

Llevo trabajando más de cuarenta años en el mundo de la sanidad, de los cuales veinte los he dedicado a la industria farmacéutica. Empecé en los laboratorios Abelló, donde fui director de Marketing, pionero por cierto en esta actividad en España. Más adelante fui director Comercial y de Marketing en el Laboratorio Juste e introduje en nuestro país el laboratorio nortea mericano Allergan, donde fui director Científico y de Desarrollo de Negocio y Director de la Unidad de Farmacia, aparte de director en otros países como Portugal, Pakistan y Sudáfrica. Como curiosidad, puedo decir que introduje la toxina botulínica tipo A, el conocido Botox, para la primera indicación que tuvo en España que fue en oftalmología, en concreto para el estrabismo. En toda mi vida profesional comercialicé muy diferentes productos pero guardo un especial recuerdo, anterior al mencionado en tiempo, que fue Pharmaton Complex.

Además, logré crear en Madrid una planta de I+D+i y una de producción local en Tres Cantos gracias al apoyo económico de la Comunidad de Madrid y de un proyecto estatal denominado Zona ZUR (zona de urgente reindustrialización) en colaboración con CDTI. El Gobierno regional de Madrid me ha ayudado mucho a lo largo de mi trayectoria, así como otras Comunidades Autónomas que también lo han hecho.

A pesar de que me encantaba la industria farmacéutica, era un trabajo extenuante por la obligación de estar siempre de viaje y fue, después de todos esos años, con el aprendizaje bien realizado, cuando di el salto a la dirección y gestión de clínicas privadas, fundamentalmente de oftalmología, ámbito que conocía muy bien debido a la experiencia adquirida en Allergan.

Doy charlas y conferencias, he escrito seis libros y soy patrono de la Fundación Española del Corazón y de otras relacionadas con la dermatología, oftalmología y los nuevos desarrollos tecnológicos.

Fruto de colaboraciones intensas con proyectos europeos de I+D+i y de América Latina, sobre todo en el área de los biomateriales, soy hijo adoptivo de dos ciudades: Nueva Orleáns (EE.UU.) y La Habana (Cuba).

En definitiva, mi mayor objetivo en esta época fue el de contribuir a la profesionalización de la gestión de la sanidad, considerando las múltiples herramientas de que dispone para llevar adelante su actividad

2.- ¿Cuándo se funda Medical Economics, cómo ha sido la transición a New Medical Economics y cómo han conseguido convertirse en un medio de referencia de la gestión sanitaria y de la atención al paciente?

Hará ya unos 16 años me di cuenta de que en España no había una buena revista especializada en gestión sanitaria, las había excelentes en farmacoeconomía y naturalmente clínicas, pero no en gestión sanitaria. Contacté con un conocido editor y estuvimos buscando. Vimos varias hasta que él me trajo Medical Economics, una revista creada en Nueva York hace ahora unos 115 años. Lo cierto es que me encantó, hicimos las gestiones pertinentes y nos trajimos la cabecera. En ese momento buscó dos directores: uno puramente periodístico, sin gran experiencia sanitaria, y yo que me ocupaba esta parte profesional.

Al principio tratamos de adaptar muchos de los temas de la revista original pero lo cierto es que la mentalidad norteamericana de los profesionales y su comportamiento es muy diferente a la española. Por ejemplo, los americanos comentan sus problemas, sus errores en temas de gestión o médicos (acoso, malpraxis), sin pudor y sin embargo aquí cuesta mucho hablar de ellos.

Estuvimos haciendo la revista en papel durante trece años, hasta que llegó un momento en que, por problemas económicos del editor con sus demás negocios, decidí comprarle la cabecera y empezar una nueva etapa digital. Y, con un equipo fantástico, empezamos a centrarnos más en información pura de gestión profesional sin matices políticos ni condicionantes de ningún tipo, convirtiéndola en una revista de contenidos y docencia. Tenemos la suerte de que colaboran con nosotros casi todas las personas de referencia vinculadas con la gestión sanitaria y que contribuyen a su esplendor actual.

Empezamos con un pequeño directorio de lectores, casi desde cero debido a los temas de protección de datos, y ahora me siento orgulloso de poder decir que reciben la revista casi 18.000 lectores dos veces al mes. Y con un alto índice de lectura según medimos continuamente.

En la actualidad, el 95% de nuestras publicaciones es digital pero cada año se hacen dos o tres números también en papel. Uno coincidiendo con la concesión de nuestros Premios y otros dedicados normalmente a alguna Comunidad Autónoma. Estos números incorporan secciones de interés general en los que damos un peso especial a la información sobre esa Comunidad Autónoma y, sobre todo, con los temas de interés de los pacientes. Aquí, de nuevo, el apoyo de la Consejería de Sanidad madrileña ha sido grande en este período, fomentando este vínculo imprescindible de la gestión con y hacia ellos.

Además, desde hace tres años organizamos eventos muy interesantes relacionados con la gestión de la sanidad, a los que invitamos a ponentes de distintas Comunidades Autónomas, gerentes de hospitales..., sostenibilidad, licitaciones, asociacionismo, calidad asistencial, humanización... son muchos de los temas tratados. Es un aspecto que va creciendo, porque tienen éxito, cada vez atraen a más gente interesada de diversos ámbitos sociales y profesionales y, además, tenemos importantes patrocinadores que confían en nosotros.

3.- Háblenos de los premios que convocan cada año.

Los premios New Medical Economics -que ya existían en la etapa anterior- tienen el objetivo de reconocer a hospitales, profesionales sanitarios, compañías farmacéuticas, Administraciones locales, centros de innovación, asociaciones de pacientes y a todas aquellas entidades que contribuyen al desarrollo de la Biomedicina y las Ciencias de la Salud en España, y mantienen una actividad investigadora, innovadora, de gestión y de atención al paciente.

Tenemos casi veinte categorías (Hospital privado con mejor gestión; Hospital público con mejor gestión; Hospital público con mejor gestión privada; Mejor política de transparencia a la sociedad; Aseguradora de servicios sanitarios; Mutua sanitaria; Mejor campaña de divulgación sociosanitaria; Fomento de I+D+i biomédica; Innovación farmacológica; Tecnología sanitaria; Sociedades y asociaciones científicas, Asociaciones de pacientes, Responsabilidad Social Corporativa; Mejor actividad de emprendimiento; Mejor labor de humanización sanitaria; Comunidad Autónoma con actividad sanitaria más innovadora; Mejor artículo aparecido en NME 2017; Mejor relato de humanidades médicas y Mejor entidad/personalidad sanitaria, trayectoria profesional). Pueden parecer muchos premios, es verdad, pero es que con la calidad de nuestra sanidad resulta muy difícil no conceder más y más premios

Nos gusta organiza la ceremonia de entrega en lugares vinculados con la sanidad como hemos hecho hasta ahora con el propio Ministerio de Sanidad o la Fundación Española del Corazón de la que soy patrono y no con otros recintos, buenos, pero despersonalizados de nuestra actividad. A lo largo de estos tres años hemos premiado a las Consejerías de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Extremadura y Baleares, además de a numerosas personalidades e instituciones del ámbito de la salud de carácter nacional.

4.- ¿Con qué nuevos planes va a sorprendernos en 2018?

A nivel de asesoría profesional, desde la empresa que presido, el Instituto para la Gestión de la Sanidad, colaboro con muchas instituciones públicas y privadas, desde Universidades hasta centros de investigación y dependo mucho de sus necesidades actuales o futuras.

Estoy muy ilusionado en concreto ahora con tres trabajos que estoy llevando a cabo con dos laboratorios farmacéuticos italianos, con conceptos nuevos sobre la incidencia de los alimentos en la inflamación de nuestro organismo, no la intolerancia, sino un paso terapéutico más, y con una start up de la Universidad de Berkeley (USA) en temas de anticuerpos monoclonales y lactancia materna.

Dirijo un master de posgrado de Gestión Sanitaria en la antiquísima y prestigiosa Universidad Pontificia de Salamanca, entendiendo la gestión como concepto muy amplio, tanto de la industria farmacéutica como de hospitales, ambulatorios o centros de distribución, entre otros…, que en 2018 quiero potenciar aún más, con la idea de que para ser gestor no hace falta ser un profesional sanitario, o si lo es, pero que lo importante es estar formado para ello. Y que pueda llegar a más alumnos y profesionales interesados en el mundo de la gestión

En el ámbito de la revista, quiero seguir potenciando sus dos focos principales: la gestión propiamente dicha y la atención al paciente. Me gustaría que fuésemos capaces de otorgar un mayor protagonismo al paciente, que tenga más información -enseñándoles a discernir entre la información veraz de la que no lo es- y que pueda participar en la toma de decisiones.

Y ayudarnos todos más en reducir la gran brecha tecnológica existente: el hecho de que convivan hoy en día una serie de avances impresionantes que permiten operar quirúrgicamente a distancia mediante unos robots tremendamente avanzados y, al mismo tiempo, que haya asociaciones de pacientes en las que sus asociados no tienen ni siquiera correo electrónico. Hay que crecer a una velocidad más homogénea. Me ilusionaría mucho potenciar grupos de pacientes más formados.

Para terminar, me gustaría pedir a los gestores al frente de cargos de responsabilidad en Sanidad, que cada uno tiene una formación distinta -algo que no me parece mal en absoluto sino todo lo contrario-, que hagan un esfuerzo en formarse en economía y comunicación. Además de ser capaces de compartir información entre ellos y no tener una visión cortoplacista de la gestión de sus competencias. Así como, reivindicar que en la carrera de periodismo hubiera una asignatura de periodismos de sanidad porque sería una forma de elevar la cultura en salud de la sociedad.